A pocas horas de su implementación, ya son once los prófugos de la Justicia identificados gracias al nuevo sistema de reconocimiento facial instalado en la ciudad de Buenos Aires, de los cuales siete pudieron ser detenidos por la policía.
Desde el jueves, el software funciona en 300 cámaras de vigilancia en lugares de mucho tránsito como estaciones de trenes y subtes, y cruza esas imágenes con un registro de prófugos de la Justicia. En caso de haber coincidencia, el sistema emite una alerta a la policía para que el delincuente sea detenido.
Según precisó Diego Santilli, vicejefe de Gobierno y ministro de Justicia y Seguridad de Buenos Aires, el sistema "funciona en forma rotativa sobre 300 de las casi 7.000 cámara de la Ciudad, con los más de 40.000 delincuentes que están prófugos de la Justicia". Se estima que el 67 por ciento de ellos están ocultos en la zona metropolitana.
“En la Argentina hay una base de datos pública donde hay más de cuarenta mil delincuentes o personas prófugas, muchas de ellas peligrosas: unas 1.300 personas buscadas por homicidio, 15.000 personas buscadas por robos y hurtos, 2.300 buscadas por drogas, 1.500 por delitos sexuales”, detalló Santilli.
Por su parte, Cecilia Amigo, jefa de gabinete de la Secretaría de Administración, explicó que "el sistema tuvo una efectividad del 92 por ciento en las pruebas piloto, que actualmente se utiliza en China y Rusia y es considerado uno de los mejores del mundo".
El sistema funciona con un software ruso llamado Danaide, que analizará la biometría de los rostros de los ciudadanos y los cotejará con los registros de las 46.721 personas buscadas que figuran en la base de datos del sistema de Consulta Nacional de Rebeldías y Capturas (CONARC), que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Ese registro se actualiza constantemente y cuando una persona es detenida o la orden judicial queda sin efecto, su perfil es retirado del registro.
El Gobierno porteño desembolsó 2,3 millones de pesos para adquirir este sistema, que puede analizar toda la base de datos en menos de medio segundo y realizar el reconocimiento facial en diversas condiciones de iluminación y ángulo de escena, aun ante cambios de apariencia como anteojos, barba, bigotes, gorras y peinados.
Si hay una coincidencia entre lo rostro captado por la cámara y esta base de datos, el Centro de Monitoreo Urbano dará aviso al personal policial más cercano para que tome contacto con el sujeto, lo detenga y proceda a su identificación.
Con respecto a las críticas que despiertan este tipo de sistemas, el vicejefe de Gobierno aseguró que el sistema será supervisado por la Defensoría del Pueblo y que las cámaras solo van a trabajar con la base de datos de la CONARC, que es pública y se puede consultar por Internet.
Por Corresponsalía Buenos Aires