Alertados por los vecinos del barrio porteño de Flores, la Fiscalía de la Ciudad ingresó a un frigorífico y secuestró 22.000 kilos de carne podrida.
Según consiguió Clarín, fueron los mismo vecinos que hicieron la denuncia por olores nauseabundos que salían de un depósito ubicado en la esquina de avenida Directorio y Portela, en el límite entre Flores y Caballito.
Los vecinos se contactaron con el Ministerio Público Fiscal porteño, radicaron la denuncia en "base a los olores y los vertidos que arrojaba este frigorífico, que por otra parte, tenía una quiebra decretada en noviembre de 2017", explican en el mismo medio.
El establecimiento Saga SAIC y Agropecuarios -conocido con el nombre Fulman-e l fiscal a cargo, Aníbal Brunet, de la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA) afirmó que "no se reunían en la planta las mínimas condiciones de higiene y seguridad".
Según la fiscalía, en el lugar "había ratas muertas; trozos de carne acumulada en tambores plásticos y sin refrigerar; cajas con diferentes cortes chorreadas de líquidos; excremento de roedores, y cámaras de frío sucias y en estado de abandono".
El lugar fue clausurado y, según informaron, se secuestró un total de 22 toneladas de mercadería.