Leonardo Ayala, el hombre de 37 años que asesinó a su expareja, a su hija de dos años, a un hijo de la mujer con una pareja anterior y a un vecino en la ciudad bonaerense de Colón, tenía una restricción perimetral por abusar de su hija.
"Ni bien entró le disparó a todo lo que encontró en su camino. Estaba dispuesto a matar", relató en TN la fiscal del caso, Magdalena Brant, sobre el accionar del hombre que se terminó quitando la vida. Además, la fiscal reveló que los cuerpos de los chicos se encontraban debajo de la mesa, en un claro intento por esconderse del asesino.
La fiscal del caso contó que el jueves de la semana pasada Delia Guerrero -expareja del autor de los crímenes- hizo una presentación formal en contra de su ex, al acusarlo de abusar sexualmente de su propia hija de dos años. "Yo había solicitado entonces la detención de Ayala", dijo.
La justicia no hizo lugar a la solicitud de la fiscal y ordenó una prohibición de acercamiento, que el acusado terminó infringiendo este jueves.
El sitio local El Faro indicó que fuentes cercanas a la investigación señalaron que en la casa del homicida había escritos y audios en los que anticipaba los asesinatos.
