Un fuerte olor a quemado sorprendió a los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires y del Conurbano. La nube se debe a un incendio en la reserva ecológica de Punta Lara, ubicada entre las localidades bonaerenses de Ensenada y Berazategui, la cual se esparció con ayuda del viento.
El humo, que en horas de la madrugada aún se propagaba por el área metropolitana generó preocupación en los vecinos al advertir algunos signos de irritación en ojos y garganta. No obstante, los expertos aseguran que debe imperar la tranquilidad debido a que no es tóxico. Sin embargo hay que tomar ciertos recaudos.
Si bien la humareda que sobrevuela la Capital y el Gran Buenos Aires no es tóxica, el humo de la quema podría complicar a quienes padecen patologías respiratorias preexistentes, tales como alergias o asma.
No obstante, los neumonólogos destacan que el humo es un “agente irritante” más que alergénico. La diferencia está en que el alergénico es específico para quienes tienen una respuesta exagerada a un estímulo, en cambio un irritante afecta a todos por igual.
Las recomendaciones en todos los casos es la misma:
-Consumir mucha agua para mantener las mucosas hidratadas y evitar reacciones molestas.
-Evitar exponerse al humo
-Tratar de no encender el aire acondicionado para evitar la introducción de aire viciado.
- El uso de barbijos es de poca utilidad, debido a que las partículas quemadas en suspensión en el aire son muy finas y penetran de todos modos.
-Se recomienda no hacer ejercicios al aire libre porque cuando se hace actividad se ventila más y se respira más humo.