Mariela Antoniska custodió el arco de Las Leonas en 2002, cuando obtuvieron su primer título mundial del hockey sobre césped para Argentina. En la final ante Holanda atajó un tiro de Fátima Moreira de Melo y selló el triunfo de la selección nacional. Hoy, la exarquera también se pone la camiseta, y combate el coronavirus a diario como parte del cuerpo médico del Hospital Garrahan.
"Estamos con mucha incertidumbre porque luchamos contra algo que no vemos, como todo el mundo dice, algo que a veces no sabemos si está ahí. Estás revisando a un paciente y no sabés si tiene o no la enfermedad. Puede ser asintomático y tener COVID. No sabemos. Entonces uno lo que hace es tratar de cuidarse lo más posible. No digo que no tengo miedo, pero lo que trato de hacer es ser cuidadosa", dijo en una charla con Clarín.
Mariela es médica pediatra y gastroenteróloga, y trabaja en el Garrahan desde 2012, pero en los últimos meses la pandemia modificó su vida personal y laboral. Por un lado, la cuarentena le impidió continuar con la especialización en endoscopía de la vía biliar que realizaba en el Hospital El Cruce de Florencio Varela, para dedicarse a tiempo completo al hospital porteño.
Pero en el Garrahan también cambió su rutina: "Esta situación cambió todo. De ir todos los días al hospital, pasamos a ir una, dos o tres veces por semana. Somos bastantes médicos y estamos organizados en un cronograma que se armó para ir en forma alternada. Así, si alguno tiene la mala suerte de contagiarse, no contagia a todo el grupo. Pero igual tenés que seguir al tanto de todo lo que pasa con tus pacientes. Entonces hacemos consultas de teletrabajo, les enviamos recetas por mail y vamos a empezar a hacer consultas desde las casas con los pacientes. Tratamos de hacer lo más posible de forma virtual", contó.
Sobre esta nueva modalidad de consultas virtuales, reflexionó: "Es extraño porque no podés revisar al paciente. No lo podés tocar. A veces te dice 'No, no me duele'. Y después cuando tenés la chance de verlo y revisarlo, te das cuenta que en una palpación más profunda sí siente dolor. Eso se hace difícil. Pero es cuestión de confiar. Como nosotros tratamos con chicos, las madres son las que más nos ayudan. Entonces tratamos de darles todas las pautas necesarias para que sepa cuándo ir al hospital y cuándo no".
Mariela también habló sobre las situaciones de discriminación que tuvieron que tolerar algunos de sus colegas, repudiados por sus propios vecinos por dedicarse a la salud y ser un posible foco de contagio. "A mí no me pasó, pero me parece una hipocresía que otros hayan vivido algo así", opinó.
En el Garrahan, donde regularmente se testea al personal médico, se registraron hasta el momento solo tres pacientes con casos positivos, y todos llegaron con la infección. "Por suerte en el hospital tenemos todos los elementos para cuidarnos, así que venimos bien por ahora. Adentro estamos todos con barbijos y nos dieron las máscaras que tenemos que ponernos cada vez que vemos un paciente. Si estamos con un paciente de riesgo, nos ponemos además camisolín, botas, guantes dobles... Y si es un paciente con coronavirus, un barbijo especial. Para todos los procedimientos en los que tengas contacto con secreciones o en los que haya más riesgo de contagio, como las endoscopías, estamos más protegidos", detalló Antoniska.
Mariela vive con su mamá Amelia, en Remedios de Escalada. Por eso, las precauciones en su vida fuera del trabajo también son extremas. Todos los días se baña y se cambia de ropa al regresar a su casa, y recién saluda a su mamá entonces.
"Antes no tomaba tantas precauciones, pero ahora es importante hacerlo. Mi mamá no sale de casa desde el 17 de marzo. Y aunque estamos llevando bien la cuarentena, porque nos mantenemos ocupadas, es difícil. Pero vos ves lo que pasa o lo que puede pasar… En Argentina, gracias a que se impuso la cuarentena temprano, no hay tantos casos como en otros países. Entonces la gente tiene ciertas dudas o piensa: 'Bueno, no es tan grave'. Y eso también complica la concientización. Pero hay que cuidarse y no hay que relajarse ni un segundo, porque vos vas a buscar el virus. Y si salís o no te cuidás, te exponés a contagiarte", explicó.
Y sobre el futuro de la situación en el país, anticipó: "Creo que recién en septiembre uno va a empezar a salir un poco más y a estar más libre. Hasta entonces, vamos a seguir adentro, tal vez con la cuarentena un poquito más flexibilizada en cuanto a la economía. Pero hay mucha incertidumbre en torno al COVID. Además, se vienen el invierno y el frío. Si se libera mucho, tal vez aumenten los contagios y haya que volver atrás. Es una prueba y error, supongo. No sabés qué puede pasar".