Una mujer argentina fue asesinada por su expareja en Sant Vincenc, en las afueras de Barcelona. El homicida se suicidó después del hecho, dejando huérfana a la hija que tenían en común. Estaban en proceso de divorcio.
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Antonella A., de 30 años, fue prendida fuego por su expareja y abandonada en unos matorrales de las afueras de Terrassa, localidad en la que vivían. La policía encontró el cadáver y luego localizó el auto del agresor, al que encontraron ahorcado por el cinturón de seguridad, con su hija en el asiento de atrás presentando quemaduras leves.
La hipótesis que maneja la policía es que luego de prender fuego a su expareja, Adrián Z. (también argentino) decidió quitarse la vida con su hija como testigo, que por sus quemaduras fue trasladada a un hospital cercano. La difunta ya había denunciado a su expareja, por violencia previo a iniciar los trámites de divorcio.
El ayuntamiento de Terrassa decretó tres días de duelo por el femicidio. Se habría convertido en el asesinato número 29 en España de una mujer a manos de su pareja o expareja y el séptimo caso en Catalunya.
Desde 2003 que se registra una cuenta de estos “asesinatos machistas” (el equivalente a los de violencia de género en Argentina) y suman un total de 1106.