Muchos funcionarios de la presidencia de Cristina Kirchner tienen causas en la Justicia y tuvieron algunas ventajas para acortar sus penas. Amado Boudou estará en libertad condicional a partir del martes, tras cumplir dos tercios de su condena por el Caso Ciccone.
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El ex Vicepresidente de la Nación consiguió una reducción en su pena a 11 meses y actualmente cumple con la prisión domiciliaria en una casa en Avellaneda.
En ella tiene quincho, pileta, y cuatro pisos con dormitorios conectados por un ascensor. Logró bajar su condena gracias a cursos de electricidad, montador electricista, organización de eventos, filosofía, entre otros, según un informe de Clarín.
Sin embargo, Boudou no fue el único que tuvo beneficios entre los exfuncionarios. Lázaro Báez, Jorge Castillo, Alberto Samid, Juan Pablo Schiavi y Julio De Vido, también cumplen su condena en lugares lujosos.
En el caso de Alberto Samid, fue escrachado semanas atrás mientras comía en un restaurant de Ramos Mejía, violando la prisión domiciliaria. Quienes lo vieron, filmaron la situación y a los gritos lo invitaron a retirarse del lugar.
“Ante un nuevo incumplimiento de las obligaciones asumidas, se dejará sin efecto el arresto domiciliario concedido y se dispondrá su inmediato alojamiento en sede carcelaria”, advirtió el Tribunal. De momento, no volverá al Penal de Ezeiza y se quedará en su casa en Ramos Mejía.
Jorge Castillo, el Rey de la Salada, cumple su arresto domiciliario con tobillera electrónica, en una mansión en el country Haras Argentino Farm Club de Luján, un lujoso barrio de la zona oeste. Está imputado por lavado de dinero, evasión impositiva, asociación ilícita y violación de la Ley de marcas.
Lázaro Báez y a su hijo Martín, condenados por lavar 55 millones de dólares, se encuentran en un barrio semi cerrado del sur del gran Buenos Aires, en casas prestadas ubicadas a pocos metros de distancia. Los dos viven en casas amplias, con pileta y parquizado.
En el caso de Boudou y los Báez, dejaron la cárcel sin pagar ningún tipo de fianza. Si bien a los Báez se les había impuesto fianzas millonarias, la Cámara de Casación dejó sin efecto ese condicionamiento que el Tribunal Oral Federal 4 (TOF 4) había impuesto. Se fueron sin pagar nada.
El ex secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi, con condena firme de cinco años y diez meses de prisión por la tragedia de Once, bajó su condena haciendo cursos de Antropología Cristiana, reparación de refrigeradores, práctica de injertos, entre otros, y así redujo más de tres meses su sentencia.
Julio de Vido también consiguió la prisión domiciliaria en su chacra de la zona de Zárate donde solía criar pájaros y aves.
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Las cifras académicas en las cárceles
Según cifras oficiales, un 67% de la población carcelaria argentina cuenta con estudios primarios, y 9 de cada 10 no terminaron el secundario.
El 43% de los presos estaban desocupados cuando ingresaron a prisión, y un 39% solo contaba con empleos flexibles o de tiempo parcial. Por otro lado, más del 46% de los reclusos en cárceles federales aún esperan por una condena.