Las vacunas contra el coronavirus, que comenzaron a llegar al país a partir de diciembre de 2020 y continúan ingresando al país, son la tan ansiada luz al final del túnel después de cumplirse un año desde el comienzo de la pandemia en Argentina. Su logística, traslado y distribución son la clave en el éxito del plan de inoculación en todo el país, es por ello que dicha tarea se hace con protocolos, tecnología de punta y un proceso calculado paso por paso.
Las encargadas de la distribución de las vacunas en el país son las empresas Andreani, que es la primera intermediaria luego de que arriban en los aviones a Ezeiza, y luego en el caso de la Sputnik V, el Correo Argentino.
La planta de Benavídez de Andreani, que recorrió Vía País, tiene la capacidad de distribuir 400 millones de medicamentos por año y cuenta con una infraestructura de más de 2.000 metros cuadrados para productos que deben conservarse en una temperatura de 2° a 8°, tal como es el caso de las vacunas de Sinopharm y AstraZeneca.
Además, el centro llamado CYPE (Canales y Productos Especiales) cuenta con la tecnología para realizar gestiones de stock y la trazabilidad de los pedidos, según lo dispuesto por el Ministerio de Salud. La vacuna Sputnik V, que requiere temperaturas bajo 0, se almacena en las plantas de Malvinas Argentinas y Avellaneda de la misma empresa.
Según explicó a este medio Lucas Capuano, el Director Comercial del Segmento Salud, en la planta se reciben los contenedores, se chequea el stock con estrictos procesos de desinfección y luego se fraccionan las dosis que irán a las provincias de acuerdo a lo que indique el Ministerio de Salud, con la posterior autorización de la Anmat.
Capuano detalló que la empresa suele ser avisada con 48 horas de anticipación sobre la llegada de las vacunas, “el tiempo que tarda el avión entre que sale de Argentina y vuelve”, explicó. Después de su llegada a la planta, están en condiciones de distribuirlas en plazos casi inmediatos en sus respectivas cajas de seguridad, que mantienen la temperatura necesaria por hasta 96 horas.
Llegan en un plazo de hasta 24 horas a la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires, y de 48 horas al resto del país. Por su parte, la redistribución local una vez que llegan son responsabilidad de cada jurisdicción.
Tal como detalló Santiago Zumárraga, gerente de operaciones de la planta, la idea es que el lugar funcione como una extensión de la industria farmacéutica, siguiendo paso por paso las estrictas demandas de seguridad sanitaria que necesita cada medicamento.
Hasta el momento, el Monitor Público de Vacunación, que puso en marcha la cartera sanitaria para garantizar la transparencia y la trazabilidad de las inmunizaciones distribuidas en todo el país, registra un total de 1.357.596 vacunas aplicadas, 1.030.504 personas que recibieron la primera dosis y 327.092 las dos dosis.
El stock de un millón de vacunas Sinopharm arribó al país en dos envíos: el primero, de 904.000 unidades, estuvo a cargo de un vuelo de Aerolíneas Argentinas que aterrizó en Ezeiza desde Beijing la noche del jueves 25 de febrero, mientras que las restantes 96.000 vacunas fueron recibidas el domingo siguiente en un vuelo de línea de Air France KLM.
El total de dosis distribuidas a las provincias y la ciudad de Buenos Aires es de 2.231.310 vacunas, según el organismo de control creado por el Ministerio de Salud de la Nación.