Con un discurso “anti-grieta” que busca romper de una vez por todas con la polarización, los diputados de la oposición más moderada apuestan a mantener con vida un espacio de poder propio en la Cámara baja, con eje en los oficialismos provinciales y expectativa ante la posible llegada de figuras de peso.
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El cierre de listas dejó como saldo una particularidad: los jefes de los dos principales interbloques de la denominada “avenida del medio” firmaron su pase al oficialismo. El mendocino José Luis Ramón y el bonaerense Eduardo “Bali” Bucca serán candidatos a diputados en sus provincias por el Frente de Todos.
El primer coletazo de esa decisión se produjo esta semana, cuando Bucca concretó su salida del Interbloque Federal. Su reemplazante, el lavagnista Alejandro “Topo” Rodríguez, fue propuesto desde el bloque Córdoba Federal, que ya no podía sostener la conducción de “Bali” mientras compite contra el Frente de Todos en la provincia.
“No hay nada personal ni ninguna queja contra Bucca. Este no es un tema personal, sino político: él ha definido su participación por el Frente de Todos y nosotros, que estamos en una lista independiente, no podíamos tener un presidente de interbloque que esté en el Frente de Todos”, argumentó a este medio un dirigente cordobés.
La “avenida del medio” hoy tiene 20 diputados unidos por un discurso que busca escapar de ambos lados de la grieta y mostrar un perfil federal, anclado en partidos provinciales. Allí están representados los oficialismos de Córdoba, Misiones, Río Negro y Neuquén, en distintos grados de afinidad con el Gobierno nacional, sumados a otras expresiones no kirchneristas.
Esos bloques facilitaron la sanción de leyes donde el Frente de Todos tenía un número ajustado, pero también le pusieron un freno a algunos proyectos. La reforma del Ministerio Público es el ejemplo más claro: el oficialismo tendrá que esperar a diciembre para ver si la nueva composición parlamentaria le garantiza los votos.
“Apoyamos lo que tengamos que apoyar y rechazamos lo que tengamos que rechazar”, es el latiguillo que usan los diputados de la “tercera vía” para defender un doble juego que hasta ahora les dio resultado, aun con las diferencias internas que se vieron en algunos debates. “Estamos juntos en las cosas que consideramos que debemos ir juntos, y en las que no, tratamos de que cada uno pueda expresar su diferencia. Es un modelo de convivencia a imitar en una democracia”, explicó un legislador de ese espacio.
Los que llegan y los que se van
Los bloques “federales” esperan con los brazos abiertos a caras nuevas como el bonaerense Florencio Randazzo (compite por la lista “Vamos con vos”), la cordobesa Natalia De la Sota (lidera la nómina de Hacemos por Córdoba) y la santafesina Mónica Fein (se postula por el Frente Progresista, que va a internas).
“Todo va a depender del resultado electoral, pero sería un trípode interesante: Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe”, se ilusionó un diputado, que agregó: “Si el Interbloque Federal se mantiene y se consolida como tal, puede crecer en cantidad y ganar en peso político para tener más incidencia”.
Esa bancada arriesga este año nada menos que siete de sus once bancas, lo que abre un verdadero desafío. En Córdoba Federal terminan mandato Paulo Cassinerio, Claudia Márquez (busca renovar) y Alejandra Vigo (se postula como primera candidata al Senado).
Por Santa Fe, Luis Contigiani también apunta a un segundo mandato, pero se enfrenta a un escenario complicado porque va con una lista independiente. Finalmente, el lavagnista Jorge Sarghini y el justicialista Andrés Zottos se despiden del Congreso al igual que Bucca.
La franja del medio también incluye a Unidad Federal para el Desarrollo, el interbloque que hasta ahora sigue presidiendo Ramón. A pesar de la alianza con el Frente de Todos, el mendocino todavía no tiene intenciones de renunciar a ese espacio ni de dar el salto al bloque de Máximo Kirchner.
La bancada pone en juego cuatro de sus seis escaños: además de Ramón, vencen mandato el bonaerense Pablo Ansaloni (también se pasó al Frente de Todos) y los misioneros Flavia Morales y Ricardo Wellbach, del Frente Renovador de la Concordia, que gobierna la provincia.
También hay otros dos diputados de perfil muy bajo que tiempo atrás abandonaron Juntos por el Cambio para jugar por afuera de la polarización: el riojano Felipe Álvarez, de extracción peronista, y el santacruceño Antonio Carambia, que tiene un partido local y termina mandato en diciembre.
Otra diputada que hasta hace poco integraba la “avenida del medio”, la tucumana Beatriz Ávila, ahora competirá dentro de Juntos por el Cambio en la interna para senadores, acompañando en la fórmula a su esposo, el intendente capitalino Germán Alfaro. Por último, culmina mandato Alma Sapag (Movimiento Popular Neuquino), que no renovará.