Italia es uno de los países más afectados por la pandemia del coronavirus en Europa, por lo que se decidió su confinamiento total del 21 de diciembre al 6 de enero, durante todas las fiestas navideñas y el anuncio lo realizó el primer ministro, Giuseppe Conte.
Durante este periodo estarán prohibidos los viajes entre regiones, incluidos los desplazamientos a residencias secundarias. Solo se permitirán aquellos justificados por razones de salud o profesionales. Los comercios, los bares y restaurantes permanecerán cerrados.
Solo se permitirá la salida de una persona por vivienda al día, aunque las celebraciones religiosas estarán autorizadas hasta las 22 horas. “Nuestros expertos temen que la curva de contagios aumente durante Navidad”, justificó Giuseppe Conte al término del consejo de ministros.
El jefe del ejecutivo reconoció que las autoridades no tienen ni los medios ni la voluntad de controlar el respeto de las medidas de confinamiento en los domicilios, pero pidió a los italianos que respeten el límite de dos invitados adultos.
Los comercios de alimentos, así como las peluquerías, las farmacias y las lavanderías y las librerías seguirán abiertas. “Podemos hablar de zona roja”, declaró Conte, antes de precisar que el confinamiento se aliviará los días 28, 29 y 30 de diciembre así como el 4 de enero. Estos días los comercios estarán abiertos hasta las 21 horas y no se necesitará justificación para los desplazamientos.