Alan Joel Calabrese, un jugador de 22 años del equipo Ciervos Pampa, el club que ayuda desde hace años a visibilizar la diversidad sexual en el rugby, fue encontrado sin vida esta madrugada en la casa que compartía con sus padres en el barrio porteño de Mataderos.
Según confiaron fuentes cercanas a la investigación, Calabrese había sido apartado del club de rugby donde jugaba en los últimos días.
La causa quedó en manos de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 21, a cargo del Dr. Marcos Fernández, qué tituló la carátula como “averiguación de suicidio”.
A sólo 24 horas de que se hiciera pública la noticia del suicidio del futbolista de Godoy Cruz Santiago “Morro” García, de 30 años, por un presunto cuadro de depresión, el mundo deportivo vuelve a sacudirse con el fallecimiento de otro de sus representantes, a raíz del mismo problema de salud mental.
Poco después de las 5 de la mañana de este domingo, personal de la Comisaría Vecinal 9A de la Policía de la Ciudad recibió el llamado de un hombre que aseguraba que su hijo se había quitado la vida dentro de su hogar.
Al acudir personal policial al lugar, el hombre afirmó haber encontrado sin vida a su hijo en un pasillo interno del edificio delante de la puerta de acceso a su casa.
Al chequear las redes sociales del joven, se comprobó que había redactado una carta de despedida, en la que aseguraba haber tomado la decisión de quitarse la vida.
“¡La sonrisa de la rica! Me encantaría que siempre me recuerden con esta sonrisa, que era la que tapaba todo el sufrimiento sentía por dentro. Siempre con la sonrisa encendida pero por dentro hace meses que venía sintiendo una depresión tremenda”, escribió el joven en su cuenta de Instagram.
“Le trataba de poner la mejor cara y la mejor onda a todo siempre, porque no quería que nada me apague pero lamentablemente hoy no aguanté más y decidí apagarme, cerrar los ojos y decir adiós. A todas esas personas que siempre estuvieron en las buenas y en las malas les quiero decir gracias. Perdón por hacerlo de esta forma. Mi camino terminó aca, quise, pero no pude seguir. Los amo, hasta siempre”, completó.
La publicación rápidamente generó gran cantidad de comentarios de sus allegados. Entre ellos, una amiga del joven preguntó qué había ocurrido y recibió un mensaje de la hermana de Alan, llamada Karen, quien escribió: “Se fue mi hermano. Es muy triste, no pudimos ver que estaba tan mal para llegar a ese punto. Es mucho dolor, mucha impotencia”.
“Ya te extraño, saber que no voy a escuchar tu voz, sentir tu risa, llegar a un entrenamiento y no tener esos abrazos, me llena de tanta angustia el corazón. Este dolor que lo voy a llevar por mucho tiempo, espero que estés donde estés hayas encontrado paz”, fue uno de los tantos mensajes.
Otro de sus amigos aprovechó la dolorosa circunstancia para generar conciencia y recomendar que las personas que atraviesan por una difícil situación pidan asistencia: “¡Nunca dudemos en pedir ayuda! Las personas que menos te lo imaginás te pueden dar una mano. En esta estamos todos juntos y la vida es eso. ¡Ser solidarios y recuerden que todo vuelve!”, escribió.
Entre 2019 y 2020, Calabrese había encontrado en Ciervos Pampas un refugio donde poder desenvolverse en el deporte, sin tener que sufrir actos de homofobia y discriminación por parte de los propios compañeros.
Su rol en el club, que pregona la diversidad sexual en el rugby, comenzó a tomar tal preponderancia que durante el 2020 y el comienzo del 2021 visitó programas de televisión en representación de Ciervos Pampas, donde ayudó a visibilizar aún más el problema de la discriminación contra la homosexualidad en el deporte.
En octubre de 2020, Calabrese visitó el programa “Pampita Online” y allí relató su historia. Confesó que en la secundaria sufrió la discriminación de compañeros y hasta de un profesor de educación física, lo que lo llevó a abandonar la escuela.
“Con mis amigos me pasó algo particular. Cuando les conté sobre mi sexualidad y que iba a ingresar a Ciervos Pampas, mi familia lo tomó bastante bien, pero mis amigos desaparecieron… fue automático. Nunca me lo dijeron, pero siempre sentí la exclusión”, describió.
Calabrese describió que su inclusión en el club de rugby lo había animado a volver a estudiar. Incluso, afirmó que estaba a un año de terminar la secundaria y que en el transcurso del 2020 lo habían elegido para formar parte de la comisión directiva de Ciervos Pampas.
