La gran mayoría de las personas que contraen Covid-19 tienen síntomas leves a corto plazo, transitan la enfermedad con problemas respiratorios agudos o, simplemente, no presentan ningún síntoma. Pero muchos de los pacientes que se contagian coronavirus, en cambio, quedan con secuelas graves tras la infección, en un cuadro que los médicos denominan “Covid prolongado”.
Luego de contraer el virus, Samar Khan esperaba retomar su activa vida que tenía en Chicago, Los Estados Unidos. Después de todo, solo tenía 25 años y estaba sana. Pero, semanas después, le contó a su doctor que comenzó a “experimentar una extraña constelación de síntomas”, que incluyó una “niebla mental realmente intensa”, como si acabara de salir de una anestesia. “En varias ocasiones, olvidé lo que estaba haciendo”, aseguró.
Al igual que en el caso de Khan, las secuelas reportadas en otros individuos incluyen perjuicios neuropsiquiátricos, que pueden generar disfunción cognitiva y depresión, entre otras afecciones. Así lo demuestran diversos reportes científicos, dedicados a investigar las consecuencias de la recuperación.
Un estudio realizado por investigadores del Hospital General de Massachusetts en Boston descubrió que algunos pacientes sufren síntomas prolongados después de la recuperación, tales como ansiedad, trastornos del estado de ánimo, olvidos frecuentes, problemas para dormir y depresión.
Otra investigación de la Universidad de Oxford, que analizó más ampliamente el desarrollo de trastornos psiquiátricos, incluida la ansiedad y la depresión, demostró resultados similares. Casi el 6% de las personas diagnosticadas con Covid-19 desarrollaron un trastorno psiquiátrico por primera vez en 90 días.
A su vez, los estudios llegaron a la conclusión de que los pacientes con trastornos psiquiátricos preexistentes tienen un 65% más de probabilidades de ser diagnosticados con coronavirus y que sus síntomas neurológicos empeoren a largo plazo.
“Notamos que a personas muy funcionales, acostumbradas a realizar múltiples tareas al mismo tiempo y que están en la plenitud de sus capacidades, de repente todo les cuesta y es una lucha muy dura para ellos”, señaló Igor J. Koralnik, jefe de enfermedades neuroinfecciosas y neurología global de Northwestern Medicine.
Los expertos creen que los síntomas son causados por “una reacción inflamatoria al virus” que puede afectar tanto al cerebro como al resto del cuerpo. Para ellos, tiene sentido que algunas personas experimenten múltiples síntomas neurológicos al mismo tiempo o en cúmulos, porque “hay espacio limitado en el cerebro y hay mucho solapamiento” en las regiones encargadas de diferentes funciones cerebrales.