El primer aumento de las jubilaciones, pensiones y demás prestaciones sociales, en base a la nueva fórmula de movilidad, que se aplicará por tres meses (marzo-mayo), oscilará entre el 8% y el 8,2% a partir del mes de marzo, con un 4% de inflación en enero y porcentajes similares que se estiman para febrero y marzo.
El incremento de los haberes sería inferior a la inflación del primer trimestre de este año, incluso estimando una inflación descendente, de un 3,5% en febrero y un 3,1% en marzo.
Acumularía un 11%, afectando a las 18 millones de personas alcanzadas por la movilidad (5,3 millones de jubilados, 3,1 millones de pensionistas y 13,5 millones de personas obtienen otras asignaciones). La fórmula de no prevé una compensación si la inflación es mayor que el incremento de los haberes.
Este retroceso se suma a las pérdidas de ingresos que, en distinta magnitud, tuvieron los beneficiarios del sistema en los últimos tres años, que ronda entre el 15 y 25%, según los rangos de haberes y prestaciones.
Además de las jubilaciones y pensiones, el aumento comprende a las Asignaciones Familiares, la Asignación Universal por Hijo (AUH), pensiones no contributivas y la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM).
El haber mínimo de los jubilados del régimen general pasará de $ 19.035 a $ 20.560 durante marzo, abril y mayo. Los beneficiarios de la AUH, padres y madres con hijos menores de seis años,
Estos últimos tienen una compensación por el aumento de la tarjeta Alimentar que, desde este mes, pasó de $ 4.000 a $ 6.000 por hijo y de $ 6.000 a $ 9.000 para los que tienen dos o más hijos. Pero el resto con hijos entre seis y 18 años no reciben esa ayuda. El haber máximo, exceptuando los casos especiales como miembros del Poder Ejecutivo, Poder Judicial, Fuerzas Armadas y personal de alto rango de la Cancillería, pasará de $ 133.242 a $ 144.034.
Según el método que rigió durante la segunda mitad del gobierno de Cambiemos, el incremento hubiese sido del 7,18%, unos $ 174 menos para el haber mínimo del que habría arrojado la aplicación del nueva fórmula que determinó la Ley 27.609 para el caso de más del 65% de los beneficiarios que percibirán desde marzo un bruto aproximado a $ 20.577, como consecuencia de una tasa de inflación en el trimestre julio a septiembre de 2020 de 7,66% y del Ripte del 6,08%.
La nueva fórmula incluyó como uno de los componentes la variación de los Recursos Totales de la Anses por beneficio (neto de eventuales aportes del Tesoro para cubrir déficits de la Administración Nacional de la Seguridad Social), elaborado por el organismo, con una ponderación del 50%, en sustitución del índice de inflación que representaba el 70%, junto con 30% de los salarios, que ahora sube a 50%. Toma en cuenta la variación mayor en el trimestre calendario previo al de la actualización entre el Índice de Salarios del Indec y la correspondiente a la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte).