El cuerpo sin vida de Mariano Martino (59) apareció en el baño de una casa que fue a mostrar, atado de pies y manos, en Hurlingham. El martillero fue asesinado a golpes y lo que llama la atención de los investigadores y de la familia es la brutalidad del crimen.
“No fue un robo, esto estuvo planificado. Vimos videos, entra una pareja con él y después se van solos. No sabíamos si tenía problemas con alguien, estuve el viernes con él, hablamos, me dijo que le estaba yendo bien, tranquilo”, dijo Luis, primo de la víctima.
Y agregó: “Acá hay otra cosa, más grande. La saña con que lo mataron... es todo muy raro. En Moreno encontraron el auto con todas sus cosas. Fue a mostrar una casa y en pocos minutos lo asesinaron. No dura nada el momento, se ve en el video. Mostraba esa casa y de ahí se iba al gimnasio, por eso creemos que fue a mostrar esa casa tan temprano”.
“Tenía tres hijas y un varón, su mujer... Una vida normal, de trabajo, te das cuenta si está con problemas. De hecho, me contó que le estaba yendo muy bien. Pero estos asesinos no pueden tardar mucho en caer, están filmados, se tiene que resolver, los van a agarrar”, opinó Luis.
Por su parte, Estefania, una de las hijas del martillero, manifestó que “la mujer con la cual se contactó por celular que fue la última conversación que tuvo por Whatsapp es la que entró con mi papá a la propiedad junto a dos hombres más”.
La víctima era propietario de Martino Propiedades, una inmobiliaria conocida en zona oeste y ubicada en Hurlingham.
Todo comenzó cuando Martino salió de su casa en su auto Peugeot 206 gris a su trabajo a mostrar departamentos para unos clientes. Durante las horas siguientes, la familia del martillero se preocupó porque no podían comunicarse con él y su mujer logró geolocalizar el celular de su marido en Villa Trujui, partido de Moreno.
Hasta allí se dirigió y halló el auto de su marido en el cruce de las calles Junín y Quilmes, a la vera del río con las pertenencias de su esposo en su interior, entre ellos, la billetera, unas llaves y un reloj.
Más tarde, se pudo determinar que la casa de las calles Delfor Díaz y Villegas de Hurlingham era la que Martino había ido a mostrar a unos clientes y al ingresar, hallaron el cadáver en el baño.
