Durante la pandemia del Covid-19 muchas personas optaron por transformaciones en su estilo de vida. Tal fue el caso del actor y comediante e influencer Pablo Granados. Su drástica decisión implicó salir de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para instalarse en una casa de campo cerca de Zárate, junto a su pareja, la modelo y actriz Camila Delossan.
En una entrevista con TV Pública, Pablo Granados contó que durante la cuarentena empezó a quedarse cada vez más en su casa ubicada en un exclusivo club de campo en Lima, a orillas del río Paraná. “Yo tengo esta casa hace más de veinte años y el año pasado, camino a Rosario que había sacado el permiso para llevarle cosas a mi mamá, me empecé a quedar más y me surgió la idea de quedarme”, comentó el actor.
Muy activo en redes sociales, Granados comparte postales de su nueva vida en el campo. “El campo tiene esa cosa de bajar a tierra. O que salís, no sé, a dar una vuelta en bici para recargar. Con perros que antes no tenía, me gusta estar ahí”, reveló el padre de Migue y Mery Granados.
Y agregó: “Vivir en el campo es lo más”. Además contó sobre el cambio de rutina: “Iba un fin de semana o 15 días en el verano, pero la cuarentena me encontró ahí y ahora no me vuelvo. Es mi lugar en el mundo, eso yo ya lo sabía, pasa que no vivía ahí”.
Pablo Granados, un abuelo con onda rural
Según contó el propio Pablo Granados lo que más le cuesta de vivir el campo es la distancia con sus hijos Miguel y Mery, y sus nietos, Bernardita y Benito, que nació en mayo pasado. De todas formas, el ex Videomatch, está seguro de que no quiere volver a la vida urbana.
“No vuelvo, me sacan con una grúa”, confirmó en el tono jocoso y simpático que lo caracteriza.