Alberto Fernández transitó una semana muy tensa dentro del oficialismo, pero eso no impide que no continúe con su agenda política. Es por eso que este domingo partió al continente europeo para renegociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Club de París, como así también para tener un segundo encuentro -el primero fue en enero del 2020- con el papa Francisco.
El presidente arribó hoy a Lisboa, Portugal, en el inicio de su gira europea que comprenderá también España, Francia, Vaticano e Italia El avión aterrizó en el aeropuerto Humberto Delgado, en la capital portuguesa, a las 13.01 hora local, las 9.01 de Argentina.
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Fernández está acompañado por la primera dama; el ministro de Economía, Martín Guzmán; el canciller, Felipe Solá; el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; y el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi.
Dentro del vuelo alquilado de Aerolíneas Argentinas, el cual se estima que aterrizará sobre suelo europeo el domingo al mediodía, Guzmán es uno de los actores más importantes. Es que tanto él como el presidente irán en búsqueda del apoyo de la Unión Europea (UE) para la renegociación.
Resistencia del kirchnerismo
En el último tiempo, Alberto y Guzmán recibieron fuertes condicionamientos por parte del kirchnerismo. Por ejemplo, a través del proyecto que presentó Oscar Parrilli, persona muy cercana a la vicepresidente Cristina Fernández, que consiguió el dictamen en la Cámara alta.
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Este busca que los 4.300 dólares que el FMI le enviará a la Argentina por Derechos de Giros sean utilizados para “paliar la pandemia” en vez de que se usen para “deudas o intereses”.
Por otra parte, el titular de la cartera de Economía tuvo un intento fallido de que Federico Basualdo, quien representa al kirchnerismo, renunciara a la subsecretaría de Energía. Guzmán tenía como objetivo conseguir un aumento tarifario de dos dígitos en el abono de los usuarios de Edenor y Edesur en el Gran Buenos Aires y la Ciudad.
“Es un debate importante: lo subsidios energéticos, en los cuales se gasta una parte importante de nuestro Presupuesto. Nosotros también debemos ser autocritico al respecto. Hoy tenemos un sistema de subsidios energéticos que es pro-rico”, dijo Martín en las últimas horas.
Y sumó: “En un país con un 57% de pobreza infantil estamos gastando en subsidiar el consumo de luz y gas en una parte de nuestra población que hoy no es prioritario que lo reciba, porque son barrios en los que vive gente de altos ingresos, cuando esos recursos tienen que ser utilizados para aquello que más necesita la sociedad”.