Ricardo Barreda, el hombre que asesinó a su suegra, a su esposa y a sus dos hijas hace casi 25 años en La Plata, pasa sus días en una sala de terapia intermedia del Hospital Magdalena V, de Martínez, en Pacheco. Está alojado allí desde mayo de 2016, luego de que la Justicia le declarara extinguida la condena (que había sido a perpetua).
En una entrevista con Infobae, Barreda, de 80 años, contó que a veces sale a comprar el diario o a tomar sol al estacionamiento del hospital y que conversa con los empleados del centro de salud, quienes lo llaman "Ricardito".
"Acá me tratan bien todos. Hay gente aguda, grave y esdrújula. Con algunos miro documentales de Discovery, es lo único que miro en la televisión. Ah, y fútbol. Yo soy de Estudiantes, que juega hoy, un equipo modesto y ganador, de pierna fuerte y alfileres. No son muy académicos pero sirven", dijo.
Hace algunos días se conoció que él aseguró que no quiso matar a su hija Adriana. Sobre ese tema, remarcó: "Eso pienso siempre. Es una cosa que uno la va a respirar siempre. A veces uno se alegra con algunas cosas, hay que buscarlas y seguir para adelante".
Cuando el periodista le preguntó si se arrepiente, el odontólogo respondió: "Sí, sí. De haber matado a las cuatro, sí. No vamos a establecer diferencias".