Tiene solo 19 años y muestra con orgullo su pileta, su mesa de pool, sus autos y sus abdominales. Es Santiago López, que mira a la cámara del canal BBC y cuenta cómo se volvió millonario gracias a las recompensas obtenidas por detectar errores en los códigos informáticos de distintas empresas y entidades públicas.
"Con mis hackeos hago de Internet un lugar más seguro", dice el joven argentino que revisó códigos de grandes empresas, como Twitter, Verizon o el gobierno de los Estados Unidos. A través de una plataforma, llamada HackerOne, desde 2015 Santiago detectó más de 1.600 errores, y a cambió recibía pago en dólares.
Al comienzo ganaba 50 dólares, y el trabajo que más le aportó fue de 9 mil dólares, y con eso se equipó con una mejor computadora para mejorar su trabajo.
"Cuando les conté a mi familia y mis amigos que era hacker, no podían creerlo. Creían que un hacker sí o sí era una mala persona que robaba a otros, no contemplaban la posibilidad de ganar plata legalmente a través del hackeo", contó Santiago a HackerOne al ser entrevistado tras ganar su primer millón de dólares.
A la BBC le dijo que "la posibilidad de ser un 'hacker malo' lo tentó, pero que la chance de ir preso por cometer algún delito lo desalentó totalmente". "Me gusta la plata y me gusta hackear, así que la búsqueda de bugs a cambio de las llamadas 'recompensas' es una gran combinación".