Empresas emisoras de tarjetas de crédito, bancos y comercios firmaron hoy un acuerdo voluntario de rebaja de comisiones, que representa una transferencia al circuito comercial de unos 5 mil millones de pesos, pero que no tendrá impacto en los precios finales al público.
A su vez, la empresa Prisma que controla el negocio de las operaciones con tarjetas de débito y crédito, presentó un plan de desinversión ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC).
Prisma es propiedad de 14 bancos y es exclusiva procesadora de la tarjeta VISA y debido a esta situación había sido cuestionada por su "posición dominante" en el mercado.
El Gobierno estima que en dos semanas definirá si aprueba o rechaza la iniciativa presentada por la compañía y luego se habilita un proceso que puede demandar unos 90 días más.
La decisión de la compañía fue comunicada por el ministro de Producción Francisco Cabrera durante la firma del acta acuerdo en la que los privados se comprometieron a una baja de los aranceles que pagan los comercios por ventas con tarjeta de crédito y débito.
El convenio establece que a partir de abril la comisión pasará de 3 por ciento a 2,5 por ciento en el caso de las tarjetas de crédito y a 1,2 por ciento en las de débito.
El pacto se extiende por cuatro años para cerrar en 1,8 por ciento de comisión para las tarjetas de crédito en 2021 y de 0,8 por ciento para las de débito.
Cabrera señaló que en forma paralela se seguirá debatiendo en el Congreso nacional una reforma más amplia de la Ley de Tarjetas de crédito.
En conferencia de prensa el ministro indicó que el mayor beneficiario será el sector comercial y advirtió que no hay expectativas de una baja en los precios de venta al público.