El empresario Cristobal López y su socio Fabián De Sousa pidieron ser sobreseídos al ser indagados por el juez Claudio Bonadio por presunto lavado de dinero y dijeron que los alquileres contratados a la sociedad Los Sauces, de la familia Kirchner, fueron legales.
"Soy ajeno a la supuesta organización delictiva", aseguró López en un escrito, y alegó que la "hipótesis de lavado de activos de origen ilícito (es) absolutamente inviable".
Según argumentó, los contratos a Los Sauces "se inscriben en el origen ordinario de los negocios" de sus empresas, y que estos se realizaron "por comodidad y para ahorrar en gastos operativos de traslados".
Asimismo, sostuvo que el dinero pagado a la inmobiliaria "es inferior al promedio abonado en otros contratos celebrados por el Grupo Indalo". De Sousa presentó argumentos similares en su defensa.