Los pezones femeninos son una de las partes del cuerpo que más han dado que debatir en los últimos tiempos: si está bien o no que las redes sociales las censuren; si hay que mostrarlos cuando se está amamantando, o su protagonismo en las marchas y protestas feministas, han dado que hablar sobre ellos.
Pero lo que a veces se olvida, es su potencial como zona erógena: los pezones son un gran centro de placer, e incluso se puede llegar al orgasmo solo mediante su estimulación.
El orgasmo alcanzado mediante la estimulación de los pezones se llama nipplegasm y los expertos dicen que, aunque parezca raro, hay que darle una chance. Sin embargo, hay algunos tips que se deben saber antes de "tocarlos":
Saber usar las manos. Los sexólogos explican que hay que probar distintos niveles de presión y de tacto. Y que es importante rozar casi sin tocar, más que ejercer fuerza.
No succionar. Los expertos aclaran que "no hay nada ahí para sacar". Se pueden estimular con la boca de muchas maneras, pero la succión no es la mejor.
Jugar con las texturas. Estimular con la barba o con elementos como la propia ropa interior puede ser interesante y excitante.
Pensarlo como sexo oral. Concentrarse en la zona y darle protagonismo puede servir para descubrir un nuevo e inexplorado centro de placer.
Jugar con el resto del cuerpo. Una cosa es decir que se puede alcanzar un nipplegasm estimulando fundamentalmente los pezones, pero pensar en llegar al climax tocando una sola parte del cuerpo es un poco limitado. Especialistas consultados por el diario La Nación explican que es importante pensarlos como un medio para llegar al orgasmo, no como un fin.