Las reservas del Banco Central siguen en caída libre y el país ya está a punto de consumir todo el primer desembolso de 15.000 millones de dólares que realizó el Fondo Monetario Internacional (FMI) hace exactamente tres meses.
El 22 de junio pasado el organismo multilateral de crédito que lidera la francesa Christine Lagarde hizo el depósito en la Argentina. Las reservas saltaron ese día de 48.478 millones de dólares a 63.274 millones.
En esa cuenta faltan unos 204 millones de dólares que corresponden a la baja producida por pagos de compromisos internacionales y la variación de las divisas frente al dólar, los títulos externos y otros instrumentos financieros.
Ayer las reservas internacionales finalizaron en 49.214 millones de dólares, el nivel más bajo desde el 12 de junio cuando se ubicaron en 49.100 millones o el 25 de agosto de 2017, cuando tocaron los 49.022.
La tendencia bajista de las reservas continuará hasta tanto no ingrese el nuevo desembolso del FMI, que será considerado íntegramente como deuda dado que el país tendrá que empezar a devolver este dinero a partir de junio de 2021.
El Fondo Monetario Internacional dijo esta semana que hay "avances importantes" en las negociaciones por la renovación del préstamo Stand by y que "trabajan arduamente" para presentar pronto una propuesta al Directorio Ejecutivo. El nuevo desembolso, que podría alcanzar los 29.000 millones de dólares, llegaría al país antes de fin de mes.
Para la liquidación gruesa que dólares provenientes de una cosecha agrícola que podría ser record habrá que esperar hasta mayo de 2019. En tiempos de crisis cambiaria y necesidades financieras, es una eternidad. Es que todos los años la gran liquidación de divisas por parte de las exportadoras de cereales y aceites arranca en esa fecha.
Hasta entonces, las liquidaciones serán casi por goteo dado que los exportadores podrían esperar a una mayor suba del precio del dólar para licuar las recientes retenciones impuestas por el Gobierno con alícuotas fijas y en pesos.
En paralelo, el Banco Central avanzará con el proceso de desarme de Lebac con el objetivo de eliminar esa "montaña tóxica de deuda", según lo expresó el presidente de la autoridad monetaria, Luis Caputo.
Ayer por ejemplo la entidad monetaria eliminó letras por casi 232.000 millones de pesos y apuesta a una absorsión del remanente entre hoy y mañana en una estrategia conjunta con el Tesoro, que también emitirá deuda en pesos y dólares.
La operación concretada ayer representó la eliminación del 35% del stock total de Lebacs, que se ubicaba en torno a los 600.000 millones de pesos. La idea de la coalición Cambiemos es llegar al 31 de diciembre en cero.
En el segundo tramo del proceso de desarme de la montaña de Lebac, la autoridad monetaria que conduce Luis Caputo mantuvo en el 45% nominal anual la tasa de los tres plazos de este instrumento.
Se trató entonces de la misma tasa de las letras que la entidad colocó el mes pasado, un nivel que está quince puntos por debajo de la tasa de referencia del 60% fijada para el mercado interbancario a través de las denominadas Letras de Liquidez (Leliq).