Este jueves, el financista de Néstor Kirchner, Ernesto Clarens, se convirtió en un nuevo arrepentido en la causa por los cuadernos de las coimas: el juez federal Claudio Bonadio homologó el acuerdo como imputado colaborador.
Clarens admitió en la Justicia que cobraba coimas de empresarios de la obra pública, como lo habían declarado previamente hombres de negocios. El hombre es dueño de la financiera Invernes, investigada en la causa por lavado conocida como "La Ruta del Dinero K".
Según informó TN, "la Justicia verificó parte de sus dichos a través de las declaraciones de otros imputados, como el empresario Juan Chediack, que dijo que el financista fue a cobrarle un soborno a su casa en Tortugas Country Club".