Nasael reside en un paraje rural de Río Negro. Su familia cría animales y hace todo lo posible para poder subsistir.
Los inviernos patagónicos son muy duros, con temperaturas hasta -28 grados centígrados. En su casa no poseen baño ni gas.
El niño para poder estudiar tuvo que distanciarse y separarse de sus padres, por eso hoy vive en la Escuela Hogar 307. En dicha institución fue donde pudo bañarse con agua caliente por primera vez en su vida.
Ante su primera ducha dijo: "No me quería bañar, pero después sí. Tenía miedo de que sea agua fría, hasta que la toque y estaba muy caliente" contó un exaltado Nasael.
Cada 15 días, el joven estudiante, camina 40 kilómetros para ver a su familia.
Su madre opinó: "Es difícil dejarlo solo allá. Su ausencia se siente, pero yo quiero que siga estudiando, se forme y crezca para que se convierta en lo que el quiera en un futuro".
Indagado sobre que le gustaría ser de grande el chico contó: "Quiero ser bombero, así salvo gente, salvo casas y ayudo a todos".
