Julio De Vido, ex ministro de Planificación Federal y diputado nacional, declaró por primera vez ante el Tribunal Oral Federal N° 4 de la Capital Federal, en el juicio de la Tragedia ferroviaria de Once.
Dentro de su relato, realizado por videoconferencia desde el penal de Carlos Paz donde esta preso, dijo "El maquinista omitió aplicar los frenos y solo eso causó el hecho".
Marcos Córdoba, el hombre que estaba al mando del tren que chocó el 22 de febrero de 2012 salió al cruce: "Está equivocado".
"Yo ese día me levanto y hago mi servicio normal como todos los días. Hice el trayecto, voy llegando a Once. A 1.200 metros ya empiezo a aplicar frenos y cuando veo que no frena hago la aplicación de emergencia, que es el freno total del tren", contó Córdoba. "Al ver que no frena, atino a agarrarme de la manija y esperar el impacto, otra cosa no puedo hacer. No hay otra manera de frenar. Y quedo ahí a la expectativa", agregó en una entrevista brindada a Animales Sueltos.
"Hice todo lo posible para frenar el tren, que no me vengan a decir que omití la aplicación del freno", aclaró el maquinista. Y expresó: "Estoy cansado de que hablen de mí la ex presidenta, el ex ministro y de que todos me echen la culpa a mí". Cristina Kirchner también lo había marcado como responsable el año pasado, al asegurar que "no accionó los frenos y nunca pudo explicar por qué".
"¿Por qué creés que te echa la culpa De Vido?", indagó el periodista Diego Lewenbuch. "Porque se quiere salvar —contestó Córdoba—. No podés venir a acusar a un laburante y decir que no aplicó el freno. Primero informate, la causa está ahí. Se dice que apliqué el freno e hice la maniobra".
El motorman, que afronta una condena de tres años y tres meses de prisión por el caso, narró que "la falta de mantenimiento se notaba" en las formaciones, pero insistió en que no había nada que pudiera hacer al respecto: "Había un momento en el que podías cancelar un tren. Después te llegaba un informe que tenías que completar, y si no lo completabas te sancionaban".
Para cerrar, el conductor se quebró al hablar de los familiares de las 51 víctimas: "Los acompaño. Me pone muy mal por todos los que hoy no pueden tener a sus parientes. La verdad, es feo no tener un pariente cuando no podés abrazar, extrañar, decirle todo lo que lo querés. Es horrible. Me hubiese gustado que no pase esto, pero si no era yo le hubiera pasado a otro".