El aumento del precio del dólar en los últimos días despertó la desconfianza de los analistas financieros en todo el mundo, que ponen en duda que el Gobierno argentino logre la meta de 1,3% de déficit fiscal para finales de 2019 y pueda cumplir con el compromiso asumido con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Con este panorama, el problema de Mauricio Macri pasó de ser financiero a ser un asunto político, ya que su éxito depende en gran parte de que haya consenso entre el Gobierno y la oposición, especialmente para efectuar los recortes que permitan cumplir con lo acordado.
Las discusiones se centrarán, sobre todo, en el debate de la Ley de Presupuesto 2019, donde se deberán incluir todas las modificaciones necesarias para cumplir el objetivo.
La duda sobre si la oposición colaborará con el oficialismo se extiende desde el microcentro porteño hasta Wall Street, asegura Gustavo Bazzan en su análisis en Clarín, y anticipa que los allegados a Macri están muy confiados en que sí sucederá.