Hoy en día, estamos frente a una revolución de un consumidor cada vez más consciente e informado, y un creciente foco sobre el tema. Ya hay varios desarrollos, campañas y hasta libros apuntados a ayudarnos a entender qué nos estamos llevando a la boca.
En pleno furor de las aplicaciones y la llamada app economy, la tecnología también se está poniendo al servicio de la salud y la buena mesa. Hay apps para todos los gustos: desde conocer si lo que comemos es orgánico, vegetariano o vegano, apto celíaco, hasta incluso para catalogar y rankear productos de uso diario en base a distintos parámetros de cuidado del medio ambiente y nuestra salud.
Laura Marajofsky, en su nota para La Nación, cuenta que en los últimos años la tecnología ayudó a que no solo existan guías online, sino que también se logren desarrollos puntuales como apps y dispositivos para orientar al consumidor.
Todos estos cambios, colaboran para conocer el origen de los alimentos, teniendo en cuenta a un consumidor cada vez más emancipado que busca saber qué le conviene a la hora de comprar.