El nuevo ADN del caso García Belsunce es sangre hallada en una alfombra

Al ser recolectada en 2002, esta evidencia se había catalogado como una muestra "indeterminada", pero ahora fue reanalizada.

El nuevo ADN del caso García Belsunce es sangre hallada en una alfombra
María Marta García Belsunce\u002E

El nuevo rastro de ADN hallado en la escena del crimen de María Marta García Belsunce es una mancha de sangre que fue levantada de un trozo de alfombra de la planta alta de la casa del country Carmel de Pilar, donde la socióloga fue asesinada hace 16 años.

Los fiscales de Pilar a cargo de la causa, María Inés Domínguez y Andrés Quintana, explicaron que, al ser recolectada en 2002, esta evidencia se había catalogado como una muestra "indeterminada", ya que el material era escaso para extraer un ADN. Ahora fue reanalizada con nuevas tecnologías que permitieron descubrir que se trata de un perfil masculino.

Las fuentes explicaron que en su momento los peritos que hicieron el levantamiento de rastros recortaron dos trozos de la alfombra verde que cubría la planta alta de la vivienda del matrimonio Carrascosa-García Belsunce.

Uno pertenecía al sector del dormitorio que quedó ensangrentado porque allí quedó apoyado parte del cuerpo de Belsunce cuando Carrascosa la sacó de la bañera, pero también se recortó un pedazo de alfombra del sector de la antesala de ese cuarto.

"Es una sala de estar ubicada donde terminan las escaleras que suben a la planta alta y que antecede a la entrada al cuarto matrimonial. Ahí había un sillón, una mesita con un teléfono y una ventana. Allí también se recortó el pedazo de alfombra donde aparentemente está este nuevo ADN", informaron fuentes judiciales.

La hipótesis de los fiscales es que el 27 de octubre de 2002, Belsunce sorprendió dentro de su casa a ladrones a los que enfrentó y pudo haber lastimado antes de que la ejecutaran de seis balazos en la cabeza con un revólver calibre .32.

Por eso, Domínguez y Quintana creen que tanto la sangre de la alfombra como la de otros tres históricos perfiles de ADN, pertenecientes a dos hombres y una mujer, que ya estaban en la causa pero aún no se sabe a quién pertenecen, podrían ser de los autores del crimen.