La provincia de Salta está profundamente conmocionada por el caso de Belén, una joven que fue secuestrada por un amigo y luego entregada para que la violen en grupo.
El aberrante hecho ocurrió a la salida de una fiesta cuando un conocido de la víctima se ofreció a acompañarla hasta su casa. Sin embargo, en el camino a su domicilio la subió a un auto en el que había por lo menos otros cinco hombres.
A Belén la creyeron muerta luego de que la golpearan, violaran entre varios hombres e intentaran ahorcarla con un cordón. Pero afortunadamente, la chica, toda lastimada y casi desnuda, pudo llegar a su casa a pedir ayuda y señalar al culpable de semejante ataque.
"Alguien intentó asesinarla, eso está claro, pero antes cometieron otros delitos gravísimos que quieren ocultar con la muletilla de que estaban borrachos, empastillados o drogados", explicó uno de los manifestantes a El Tribuno durante la marcha que se realizó este miércoles por la noche en las calles de la capital salteña.
Como secuelas del brutal ataque, Belén quedó con lesiones graves en las costillas, bazo, cadera, cara y cráneo. Asimismo, tuvo que ser internada tras las primeras curaciones por su delicado estado psicológico.
No obstante, tuvo la fuerza necesaria para reconocer a dos de sus atacantes, el entregador y uno de los hombres que iba arriba del vehículo, quienes que ya fueron detenidos.
"Ustedes que pensaron que ella ya no iba a estar más, mírenla, es más fuerte de lo que creen, pudo reconocerlos. Ahora se está recuperando y va a salir de esta", resaltó otra persona cercana a la joven abusada.