Por lo menos 17 personas murieron este miércoles luego de que un atacante abriera fuego en una escuela secundaria de Parkland, en el sur del estado norteamericano Florida, informó el sheriff del condado Broward, Scott Israel, a la prensa.
Un exalumno de la institución disparó con un fusil semiautomático provocando que estudiantes y maestros corrieran hacia la calle.
El agresor, que estaba equipado con una máscara de gas y granadas de humo, activó una alarma contra incendios para hacer que los estudiantes salieran de sus clases poco antes de que concluyera la jornada.
La policía identificó al principal sospechoso de la matanza como Nicolás Cruz, un joven de 19 años, que había sido alumno de esa escuela pero resultó expulsado por cuestiones disciplinarias.
Según el comisario, "aún hay varias personas siendo sometidas a intervención quirúrgica". Entre las víctimas, dijo hay "estudiantes y adultos"
El establecimiento fue rodeada por varios móviles de la policía local y una dotación del equipo especial de SWAT había sido convocada, según informó la CNN.
Casi inmediatamente, el presidente Donald Trump utilizó la red Twitter para ofrecer sus "plegarias y condolencias" a las familias afectadas por el "terrible tiroteo".
"Ningún niño, maestro o cualquier otra persona debería sentirse inseguro en una escuela estadounidense", señaló el presidente.
La oficina del jefe de policía de Broward pidió también en Twitter que las personas eviten aproximarse de la zona. "EVITEN EL ÁREA", solicitó.
También orientó a los padres de alumnos a que, en caso que logren contacto telefónico, les pidan que permanezcan protegidos hasta la llegada de la policía.