Acostumbrado a bromear en sus discursos internacionales y reuniones bilaterales, Mauricio Macri hizo un breve chiste ante su par Vladimir Putin respecto al Mundial 2018 durante una conferencia de prensa tras la firma de una declaración conjunta, pero el mandatario ruso respondió con su usual gesto duro.
Al finalizar su discurso, Macri dijo que espera volver tres veces a Rusia con su hija Antonia, "que habla todos los días del Mundial", para presenciar los partidos de grupo de la Selección Argentina. Allí, a Putin lo único que se le dibujó fue una leve sonrisa.
Macri continuó con un chiste sobre Lionel Messi y las posibilidades de que Argentina se alzara con la Copa del Mundo. "Espero que lleguemos a la final y tengamos más suerte que la que tuvimos en Brasil. Lo importante es competir bien y Dios y Messi dirán si podemos ganar el Mundial", concluyó, pero Putin no hizo la más mínima mueca.
No es la primera vez que el presidente argentino intenta sacarle una sonrisa: en 2016, ambos mandatarios coincidieron en la cumbre del G-20 en China, y Macri intentó romper el hielo con un chiste futbolero y le dijo a Putin que Argentina dará el batacazo en el Mundial de Rusia 2018 y que Messi ganará la Copa. Putin entonces le preguntó a su traductor si lo "estaba cargando" y Macri se sorprendió por la fría reacción.