El ATP 250 de Brisbane, primer torneo oficial del circuito masculino en 2018, nos regaló un enorme gesto de caballerosidad que se ganó una auténtica ovación del público.
La lluvia de aplausos bajó desde los cuatro costados del Pat Rafter Arena cuando el búlgaro Grigor Dimitrov (3) salió disparado de su sector al ver la preocupante lesión del británico Kyle Edmund (50).
El impresionante grito de Edmund al caer dolorido de su pierna izquierda encendió las alarmas y Dimitrov, lejos de querer aprovecharse de la situación, fue el primero que lo asistió para luego acompañarlo hasta el banco y que sea atendido por el cuerpo médico.
En cuanto a lo estríctamente tenístico, Dimitrov se quedó con el triunfo ante Edmund por 6-3, 6-7 (3) y 6-4, y en semifinales enfrentará ante el local Nick Kyrgios (21).
¡Un verdadero ejemplo!