Alejandro Burzaco se quebró en el tercer día del juicio por corrupción en el fútbol contra los dirigentes Juan Angel Napout (paraguayo, expresidente de la Conmebol), José María Marín (brasileño, ex presidente de la CBF) y Manuel Burga (peruano, expresidente de la FPF).
Burzaco volvió a disparar acusaciones por la comercialización de los derechos del fútbol -donde habló de cuánto dinero se le entregó a Julio Grondona- y denunció haber sido amenazado de muerte.
El empresario lloró cuando relató en la corte que su hermano Eugenio Burzaco, secretario de Seguridad de Mauricio Macri- lo llamó a Italia luego de que se entregó a la justicia en 2015 y dijo "que mi seguridad y mi vida estaban en riesgo".
Según el testigo, que habló con la voz atragantada, su hermano le contó que habían instrucciones a la policía de la provincia de Buenos Aires de "silenciarlo" para que no hablase en Estados Unidos, "incluido matarme".