Cientos de miles de personas reclamaron este sábado en Barcelona la libertad de los ex miembros del gobierno catalán y de los líderes independentistas encarcelados por impulsar la secesión de Cataluña, en una gran manifestación convertida en acto de campaña electoral del independentismo de cara a los comicios del 21 de diciembre.
La marcha, convocada por las organizaciones independentistas bajo el lema "Libertad a presos políticos. Somos República", concentró a una multitud de catalanes -750.000 personas según la Guardia Urbana- en la calle Marina de la ciudad condal, donde se escucharon gritos de "¡Libertad!" para los presos, a favor de la "Independencia" y mensajes como "¡Puigdemont presidente!".
El ex presidente catalán depuesto envió un mensaje desde Bruselas, que los manifestantes pudieron ver desde la pantalla instalada en el escenario del acto, con el que animó a los independentistas a "expresar con un clamor unitario, alto y claro que queremos libertad y democracia".
"Nos nos dejemos atemorizar por aquellos que quieren imponer el 155, recortar nuestras libertades y humillar nuestras instituciones", dijo el líder secesionista, en referencia a los partidos que apoyaron al gobierno español de Mariano Rajoy en la intervención de la norteña región al amparo del artículo 155 de la Constitución.
"Nos tenemos que volver a hacer sentir, que todo el mundo escuche estas voces plurales", añadió Puigdemont, para luego insistir en que el Estado español debe entender que "así no se puede continuar" y la Unión Europea (UE) debe dejar de mirar para otro lado.
El conservador Partido Popular (PP) de Rajoy intentó evitar que el acto se transmitiera por la TVE pública regional alegando con un recurso, que fue rechazado por la Junta Electoral, que no garantizaba la pluralidad política en campaña.
La movilización estuvo encabezada por familiares y amigos de los independentistas presos, quienes leyeron a la multitud mensajes enviados por los líderes desde la prisión.
Tras la declaración unilateral del independencia del Parlamento catalán del 27 de octubre, el gobierno español de Mariano Rajoy intervino la región, destituyó al gobierno independentista y convocó elecciones para el 21 de diciembre.