Nadia Fucilieri, la enfermera que asesinó a sus dos hijos con un bisturí dentro de su casa del barrio El Bosque en Tucumán, sigue internada y completamente sedada. Por tal motivo, todavía no pudo declarar ni ser tampoco legalmente detenida, aunque se encuentra con custodia policial. Los investigadores sostienen que la hipótesis más fuerte hasta el momento es que sufrió un brote psicótico u otra alteración mental.
Uno de los indicios de los investigadores fue el relato que hizo el pariente de la mujer que descubrió la sangrienta escena según el cual, la propia Fucilieri le habría entregado la llave para que pudiera abrir ante la insistencia de sus golpes en la puerta. La encontró herida, llorando y en estado de shock. "Andá a ver a los chicos", le habría dicho.
Los cuerpos de Marcelino, de 4 años, y Pía, de 2, estaban acostados sobre la cama y debajo había dos bolsas con sangre. Creen que la mujer, después de matar a sus hijos, juntó el líquido y después las escondió.
Otro posible móvil que no fue descartado es que la madre habría matado a sus hijos porque ya no podía evitar que volvieran a ver a su papá, quien estaba a punto de cerrar el régimen de visitas.