Por Javier Firpo
¿Qué habría pasado si Pampita no estuviera en "Desearás al hombre de tu hermana"? Seguramente se trataría de una película argentina más, con menos copias, menos producción y, por supuesto, sin la promoción ni el efectismo que generan la jurado del "Bailando". Esto con el debido respeto que merecen una autora como Erika Halvorsen, un director como Diego Kaplan ("Igualita a mí", "Dos más dos") y actrices con pergaminos como Mónica Antonópulos y Andrea Frigerio. Pero con Carolina Ardohain -así aparece el crédito en pantalla grande- en el elenco, el impacto que produce el estreno se desvirtúa. Salvando las distancias, es como si Marcelo Tinelli protagonizara una película.
La hermosa Carolina -aún más bella en persona- eligió su debut en cine con una película erótica, algo impensado. "Quería que mi llegada fuera así, fuerte y sorprendente", lanza con firmeza esta mujer de tremenda popularidad, que se preparó y se exigió como pudo con el objetivo de no descarrilar en su primera vez. Es cierto que "Desearás..." no es de esas películas de lucimiento interpretativo, pero un desliz, un paso en falso retumba más de la cuenta.
Y si se trata de Pampita, el ajusticiamiento será inapelable. Sin embargo, la novel actriz está a tono con la por momentos surrealista historia, por lo que no se advierte a la legua el contraste con sus colegas.
Ante tu primera experiencia, ¿te intimidaba la mirada del otro?
Nunca tuve la sensación de ser evaluada o de que estaba a prueba a pesar de que era una novata en la materia. Fue un debut soñado en el que todo se realizó de manera profesional y donde logramos una confianza maravillosa. Quiero remarcar que me sentí respetada siempre.
¿No vacilaste jamás ante semejante propuesta?
Al contrario, a medida que iba leyendo el guión, más ganas tenía de hacerla. Me enamoré de esta posibilidad que me dieron, me enamoré de Ofelia, mi personaje.
Un personaje polémico, que desea lo ajeno, como el novio de su hermana
(Busca relativizar.) No es tan así... Ofelia siente que la posee el sentimiento y el deseo, pero no porque sea el marido de su hermana Lucía.
En realidad lo que está muy en carne viva es el tema de las hermanas, que son dos polos opuestos a la hora del sexo: una goza a través de la otra; la que no puede sentir por lo menos goza cuando la ve sentir a la otra.
Se supo que se había pensado en vos para Lucía, más sumisa y tranquila…
Sí, así resultaron las primeras conversaciones, pero finalmente el director (Kaplan) y la autora (Halvorsen) coincidieron en que yo encajaba mejor en la piel de Ofelia, y no tuve inconvenientes… Terminé fascinándome con ella. Me parece que mi debut en cine tenía que ser así, bien fuerte, caliente, con algo que sorprenda.
¿Por qué querías sorprender?
Porque me gusta no ser predecible. Podía haber sido un debut más sencillo, cómodo y fácil, como un bolo, una participación u otro rol en una comedia romántica. ¿Quién se iba a imaginar que mi primera vez en cine iba a ser en una película sexual como ésta?
La verdad, nadie…
Tenía la necesidad de impactar.
Como si no lo hicieras...
Pero acá es otra cosa. Quiero que me reconozcan desde otro lugar. Hoy se dice mucho esto de salir de la zona de confort, pero a mí me sucedió de verdad. Buscaba obtener satisfacción con algo bien ajeno a lo mío.
¿Te llamó la atención algo de vos en tu primer rodaje?
La inocencia con la que me entregué a los ensayos y al rodaje. Siendo como soy, una mina aguerrida, estructurada, rigurosa y disciplinada en muchas cosas, me sorprendió no prejuzgarme, tal vez por tratarse de algo nuevo…
¿En qué lo advertiste?
Me sentí plenamente libre en todo el proceso, incluso me dejé moldear a la necesidad de lo que se tenía que hacer. No incurrí en tics ni en comparaciones, quizás porque se trataba de algo sin antecedentes para mí.
¿Crées que la Pampita mediática le dejará un poco de protagonismo a la Carolina actriz?
Lo pensaré, por supuesto. Me han llegado otras propuestas pero por ahora vivo y disfruto mi primera experiencia como si fuera la única que tendré. Si se volviera a dar la posibilidad, genial porque ya me quedó el gustito, y si no se presenta la ocasión, puedo decir que tuve la gran suerte de transitarlo.
Si se diera la oportunidad de reincidir, ¿qué te gustaría hacer?
Volver a sorprender haciendo a una buena turra (ríe con ganas).
¿Te das cuenta lo que generás a tu alrededor?
Creo que hay una fantasía con todo lo que pasa conmigo y a mi alrededor. Trato de vivirlo con tranquilidad, no puedo responder con la misma efervescencia. Soy una persona conocida, entiendo bien cómo se manejan los medios y trato de adaptarme para no padecerlos.
Es una fantasía que combina excitación, morbo y… ¿envidia?
Algo de eso hay, claro, pero más allá de que yo juego con los límites entre lo público y lo privado, no busco generar todo esto -señala abrumada por la marea de medios-, simplememente porque todo lo que yo hago es con pasión y disfrute.