El Departamento de Turismo en Maldonado, donde se encuentra Punta del Este, hizo una insólita propuesta al gobierno de Luis Lacalle Pou para que se exija pulsera electrónica a los argentinos que viajen a Uruguay este verano.
La propuesta la presentó el director departamental de Maldonado, Luis Borsari, al viceministro de Turismo, Remo Monzeglio, y basó la idea en tener un mayor control sobre los viajeros durante el cierre de las fronteras para los no residentes, y planteó la posibilidad de permitir la entrada también a los propietarios sin residencia en el país vecino, lo que ahora no está permitido.
Los especialistas del sector sostienen que esta opción podría ayudar: dejar entrar a los propietarios aunque no tengan la residencia. "Reúnen todas las condiciones y están ávidos de venir. Algunos llevan 35 años veraneando acá pero jamás pensaron en sacar la residencia", dijo Borsari.
Para darle más posibilidades a la aceptación de esta alternativa, Borsari propuso la pulsera electrónica para los extranjeros que llegan al país, "una idea original", según publicó el diario "El País".
"Cree que sería viable exigirles que ingresen con una pulsera electrónica -al estilo de las tobilleras-, a su costo. En caso de incumplir con la cuarentena obligatoria, ante una denuncia, la misma se activaría para chequear su localización. Para ello debería montarse una oficina de vigilancia, que Borsari opina que debería ser gestionada por las fuerzas armadas", dice el artículo del diario uruguayo.
No se espera un aluvión de turistas argentinos para Navidad, algo que es tradición en las playas esteñas: "La diferencia cambiaria con la Argentina iba a impedir de todas formas que llegara masivamente la clase media, que es la que realmente mueve la aguja. Pero no sería un obstáculo para los bolsillos más holgados", opina Javier Sena, presidente de la Cámara Inmobiliaria Punta del Este-Maldonado.
Por el momento cerca de un 40% de la hotelería uruguaya ya abrió sus puertas, pero las estadísticas no son claras aún, ya que el 75% de la ocupación depende de los extranjeros y compite contra los alquileres.
Sena, desde la cámara inmobiliaria, consideró que el turismo interno compensará entre el 25% y 30% de las divisas que dejan los extranjeros en el balneario, "porque por más que los precios se ajusten están pensados para otros bolsillos". Por eso propuso que se replantee el ingreso de los extranjeros que tienen propiedad.