Una banda dedicada al narcomenudeo fue desbaratada tras un allanamiento realizado en una vivienda del partido bonaerense de Hurlingham. La líder del grupo era una mujer que había recibido arresto domiciliario porque corría riesgo de contraer coronavirus en la cárcel.
Los detenidos habían montado una garita de vigilancia a metros de la casa en la que fueron sorprendidos, desde donde monitoreaban los movimientos de la policía. En ese lugar también comercializaban las drogas.
La acusada, sus dos hijos, su ex pareja y un allegado que siempre permanecía apostado en la garita fueron detenidos en Cuzco al 1900, en Hurlingham, por efectivos de la Subdelegación Departamental de Investigaciones de Tráfico de Drogas de San Miguel.
Los efectivos secuestraron prendas de vestir con logos de una empresa de seguridad fantasma, drogas listas para la venta, dos armas de fuego, varios teléfonos celulares, agendas de contactos para las entregas, dos balanzas y dinero.
La jefa de la banda fue identificada por las autoridades como Andrea Fabiana Vallejos Ruíz (47), alias "La gorda Andrea", quien tiene antecedentes penales por robos y venta de droga. Desde su vivienda, la mujer organizaba la comercialización de estupefacientes a través de "soldados" que operaban en las zonas de San Miguel y Hurlingham.
Desde el pasado 28 de mayo se encontraba con prisión domiciliaria, ya que el juzgado de Garantías 3 de San Martín le otorgó el beneficio por ser una persona de riesgo ante la pandemia de coronavirus. Según voceros judiciales, Vallejos Ruiz padece "asma bronquial, hipertensión, obesidad y diabetes".
Fuente: Télam.
