A un año del inicio de los Juegos Olímpicos, el Estadio Nacional de Tokio fue escenario de una discreta ceremonia a puertas cerradas para celebrar la llamada "cuenta regresiva". La cita olímpica comenzaría este mes de julio, pero debido a la pandemia de coronavirus, fue reprogramada para el 23 de julio del 2021.
El 24 de julio de 2019, cuando se celebró la primera "cuenta regresiva", hubo fuegos artificiales sobre la Bahía de Tokio y las autoridades locales revelaron el diseño de las medallas en un espectáculo que incluyó coreografías y la presencia de deportistas japoneses.
En esta ocasión, casi a oscuras y sin espectadores, la nadadora Rikako Ikee -quien espera relanzar su carrera deportiva tras recuperarse de una leucemia- mandó un mensaje cargado de optimismo. "Creo que la llama de la esperanza iluminará este lugar dentro de un año", dijo, llevando la llama olímpica en una pequeña lámpara.
"Necesitamos esperanza para superar la adversidad", insistió, añadiendo "comprender" a los que estiman que hablar de deportes está fuera de lugar en un período tan "difícil".
La opinión pública nipona, teme que los Juegos hagan aumentar la gravedad del Covid-19 en su país y desean mayoritariamente un nuevo aplazamiento. Sin embargo, los organizadores y el Comité Olímpico Internacional (COI) advirtieron que en caso de no poder disputarse en 2021, los Juegos serían cancelados, en lo que sería una decisión sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial.
Tener una vacuna o un tratamiento será crucial para permitir disputar los Juegos, estimó el miércoles el presidente del Comité de Organización, Yoshiro Mori. "Si la situación actual perdura, no podremos" organizarlos, añadió Mori.
Fuentes: AFP y Télam.
