El asesinato de George Floyd a manos de la Policía en Minneapolis reflotó un reclamo que estaba latente, y desató una ola de manifestaciones -algunas de ellas violentas- en los Estados Unidos, que se replicaron en otras ciudades del mundo. Atletas e instituciones deportivas internacionales se unieron al pedido de justicia y alzaron sus voces contra el racismo y la brutalidad policial.
"Quiero poder caminar por la calle sin sentir miedo", se escuchó decir a uno de los miles de manifestantes, mientras en otra de las marchas, una joven enfrentaba a los efectivos completamente angustiada después de haber perdido a tres de sus hermanos, también asesinados por la brutalidad racista de la Policía.
Las protestas se hicieron sentir en las calles de Minneapolis, Atlanta, New York, Washington y también en otras ciudades del mundo como Londres o Barcelona. Pero el reclamo también copó las redes sociales, que sirvieron para hacer llegar el mensaje de grandes figuras y clubes deportivos.
Uno de los primeros en manifestarse fue LeBron James, jugador de Los Angeles Lakers. "¿Entienden ahora por qué era esto? ¿O lo siguen viendo borroso?", escribió, junto a la imagen del efectivo encima de Floyd y la del jugador de la NFL, Colin Kaepernick, cuando apoyaba su rodilla derecha en la previa a los encuentros a modo de protesta contra los abusos policiales.
Quizá la palabra más esperada era la del exbasquetbolista Michael Jordan (57), quien está en boca de todos por el éxito de la serie documental de Netflix 'The Last Dance'. "Estoy profundamente triste, realmente dolido y simplemente furioso. Veo y siento el dolor, la indignación y la frustración de todos. Estoy con aquellos que están denunciando este racismo y esta violencia hacia la gente de color de nuestro país. Hemos tenido demasiado", escribió la estrella de los Chicago Bulls.
El exjugador de la NBA remarcó que las "voces colectivas muestran la fortaleza y la incapacidad de ser divididos por otros", y pidió también que todo el mundo se escuche "mutuamente", que exista "compasión y empatía" y que "nunca" se dé "la espalda a la brutalidad sin sentido".
Por su parte, a través de un memorando interno firmado por el comisionado Adam Silver, la NBA advirtió que "el racismo, la brutalidad policial y la injusticia racial siguen siendo parte de la vida cotidiana en Estados Unidos y no pueden ser ignorados. Al mismo tiempo, aquellos que sirven y protegen a nuestras comunidades honorable y heroicamente, de nuevo tienen que responder por aquellos que no lo hacen".
Este lunes, todo el plantel del Liverpool de Inglaterra, vigente campeón de Europa y líder de la Premier League, se arrodilló alrededor del círculo central del estadio Anfield. La imagen fue compartida en Twitter por los jugadores y por el club con el mensaje "Unity is strength" (La unión hace la fuerza) y el hashtag #BlackLivesMatter (las vidas negras importan).
Durante el fin de semana, los futbolistas de la Bundesliga alemana Marcus Thuram (Borussia Moenchengladbach), Jadon Sancho y Achraf Hakimi (Borussia Dortmund) también se habían sumado al pedido de justicia por George Floyd.
El piloto británico de Fórmula 1, Lewis Hamilton, denunció el silencio de "las grandes estrellas" del circuito: "Nadie mueve un dedo en mi industria que es un deporte por supuesto dominado por los blancos. Soy una de las pocas personas de color, todavía estoy solo", afirmó el séxtuple campeón mundial.
La tenista Serena Williams, 23 veces campeona de torneos de Gran Slam, escribió en Instagram que no podía "encontrar las palabras para expresar lo triste" que se siente. "Pero ella las encontró por mí", dijo junto al video de una nena afroamericana que cuenta el dolor que padece día tras día por ser tratada de manera diferente por su color de piel.
El caso
George Floyd murió el lunes por la noche en un hospital de MInneapolis, Minnesota, luego de haber sido asfixiado por el agente Derek Chauvin. El hecho fue transmitido en vivo a través de Facebook por una transeúnte.
En el video, que rápidamente se volvió viral, se ve claramente cómo el efectivo de la policía presiona con su rodilla el cuello de Floyd durante alrededor de nueve minutos, mientras el hombre se queja por no poder respirar. Desesperados, varios testigos le piden a Chauvin que lo suelte, pero el oficial no les hace caso, y su vícitima termina inconsciente.
Según las investigaciones, Floyd había sido arrestado minutos antes por un hecho delictivo en el que ni siquiera está comprobado que hubiera tenido participación. Además, los agentes aseguraron que la víctima se había resistido a la detención, pero las cámaras de seguridad comprobaron que eso era mentira.
Ahora, Derek Chauvin está alojado en una prisión de máxima seguridad, la Correccional de Minnesota en Oak Park Heights, y enfrenta cargos por asesinato en tercer grado.