Roberto Pazos, profesor de Anahí Benítez en la Escuela Normal Antonio Mentruyt de Banfield, que le había dedicado unas palabras antes de conocerse la triste noticia, le escribió una nueva conmovedora carta a la chica en las redes sociales.
"Anahí: Anoche te pedía que no nos fallaras, que nos devolvieras la esperanza de saber que las historias pueden tener un final feliz, pero los que te fallamos fuimos nosotros", comenzó escribiendo Pazos, que además recordó muchos casos de femicidios en el país.
Y agregó: "ya no volverás a dibujar, Elías no te sacará una sonrisa con alguna monigotada, no podrás gozar del afecto de tus compañeros, tus amigos, no disfrutarás de tus hijos, de tus nietos".
La carta completa:
Anahí: Anoche te pedía que no nos fallaras, que nos devolvieras la esperanza de saber que las historias pueden tener un final feliz, pero los que te fallamos fuimos nosotros.
Somos todos cómplices de que tu banco esté vacío. Te fallamos desde que María Soledad apareció asesinada en un descampado en Catamarca, desde que Marita Verón se convirtió en apenas un recuerdo para sus seres queridos, te fallamos al igual que lo hicimos con Micaela García en Entre Rios. Te fallamos como a tantas otras miles.
Te empezamos a fallar en el mismo momento en que toleramos que los medios pusieran el foco en el largo de la pollera y no en el sadismo de la hiena, en que la noticia fuera la hora en que andabas sola por la calle y no la hijaputez del violador.
Te fallamos cuando en lugar de preocuparnos porque el número de pibas desaparecidas aumentaba sin parar, nos preocupamos por los graffitis en las paredes. Cuando toleramos que los medios convirtieran cada feminicidio en un festival del horror, naturalizándolos. Cuando no nos importó que un lugar hermoso como Santa Catalina se convirtiera en un lugar de impunidad, en tierra de nadie.
Todos podemos encontrar atenuantes para nuestra participación en tu asesinato, pero no fuimos capaces de evitarlo.
Mañana saldremos a las calles, muchos con el cartelito de "yo soy Anahí". Pero no, ninguno somos Anahí, nosotros seguimos teniendo chances de cumplir nuestros proyectos, vos no. Nosotros seguimos disfrutando de nuestros afectos, vos no. Seguiremos soñando con una sociedad mejor, vos no.
Algunos gritaremos por leyes que garanticen realmente la igualdad de género. Otros harán cadenas de oraciones por tu alma. Muchos clamarán por más muerte, como si la tuya no fuera suficiente. Vos ya no podés pedir nada, ni justicia siquiera.
Nosotros, a partir de mañana tenemos una nueva oportunidad, podemos pelear para que las ratas de siempre no conviertan la reserva de Santa Catalina en un emprendimiento inmobiliario con la excusa de que nunca más una chica aparezca asesinada allí. Tenemos la posibilidad de ir al Congreso a reclamar justicia por vos y por todas aquellas a las que les robamos el futuro. Vos no, ya no volverás a dibujar, Elías no te sacará una sonrisa con alguna monigotada, no podrás gozar del afecto de tus compañeros, tus amigos, no disfrutarás de tus hijos, de tus nietos.
Disculpanos Anahí, estamos muy enfermos como sociedad, los estamos sometiendo a vos y a millones de adolescentes más, a elegir entre caminar por las calles con el temor de saber que pueden ser la próxima Anahí, o a ver la vida a través de una pantalla. A perdurar en una vida virtual, porque la real es muy peligrosa.
Ayer te perdimos a vos. Hoy el reloj comenzó a correr de nuevo ¿cuántos días, tal vez horas, pasarán hasta que le fallemos a la próxima Anahí?