La aplicación de videollamadas que creció exponencialmente durante la cuarentena y que está tan de moda, Zoom, suma nuevos problemas.
En marzo, llegó a alcanzar los 200 millones de usuarios diarios. Ahora, vuelve a estar en el centro de la polémica.
Tras las críticas por la "invasión" en las reuniones y fallas de seguridad en los sistemas operativos Windows y Mac, se supo que miles de conversaciones privadas quedaron expuestas en la Web, de manera que cualquiera puede acceder a ellas.
Según revelaron especialistas, una simple búsqueda en Internet mostraba las grabaciones de muchísimas reuniones realizadas en este servicio de mensajería.
Los videos incluyen todo tipo de contenidos: sesiones de terapia uno a uno, entrenamientos para empleados de todo tipo, reuniones con información financiera de compañías y hasta clases con caras, voces y detalles personales de niños.
Además de información privada y charlas íntimas, algunos clips incluían desnudez, como una clase de belleza en la que una mujer enseña cómo hacer una depilación completa. La mayoría de los videos parecen haber sido grabados con el software de Zoom y guardados en espacios virtuales sin contraseña.
"Zoom notifica a los participantes cuando graba una reunión y brinda formas seguras para guardarlas", explicó la compañía en un comunicado.
Ayer la empresa informó que establecerá la "sala de espera" como opción predeterminada en videochats. De esta forma, la persona que esté ejerciendo como anfitrión del encuentro virtual tendrá que aceptar una a una a cada nuevo integrante que quiera participar de la videollamada, lo que evitaría casos de "zoom-bombing".