Luego del escándalo que se generó tras descubrirse que Thelma Fardin había publicado fotos de otras personas haciéndolas pasar como propias, la actriz hizo un fuerte descargo en sus redes.
En un video de más de ocho minutos, la joven se mostró arrepentida por lo que hizo y aseguró que ya se puso en contacto con las fotógrafas de quienes había tomado el material: "Hablé con tres de las artistas que sintieron su trabajo vulnerado y les pedí perdón. No vi que del otro lado había artistas. Valoro enormemente esos trabajos. Me los quise adjudicar, era para mí una construcción, pero ahora me doy cuenta quiénes estaban detrás".
Además de pedir disculpas públicas, Fardin afirmó que recibió muchos insultos a raíz de esta situación: "Este es un aprendizaje enorme. Buscaré hasta el cansancio, y sino no compartiré esas imágenes. Por un lado, me parece importante reconocer cuando nos equivocamos, y por otro lado, no puedo dejar de hablar de cómo la vara siempre es más alta para quienes nos atrevemos a romper con el status quo".
"Nos tenemos que sentar a pensar cómo es posible que tenga todo el tiempo una horda de inspectores detrás de cada movimiento que hago. Soy un ser humano y me voy a equivocar. No podemos vivir en esta ola de violencia", añadió.
También hizo referencia a quienes la tratan de mentirosa y no creen su acusación contra Juan Darthés. "Todo es llevado al territorio de que soy una mentirosa, y este lugar es agotador. Pero no van a lograr desincentivar a todas las personas que todavía no se animaron a hablar".
Pero eso no fue todo. La actriz también compartió un breve texto que escribió, que se puede leer completo a continuación:
"Si subo una foto en malla no fui abusada, si subo una foto que me gusta soy ladrona, si escribo una frase o un libro no pude ser yo porque ¿cómo voy a tener la capacidad intelectual? Si tengo ideología política seguro es porque me acuesto con algún funcionario de ese partido. Si subo una foto del vino que me estoy tomando no tengo corazón por la gente que está en situaciones aberrantes en medio de esta pandemia.
Me entristece pensar que en su cuarentena en vez de hacer una introspección siguen escupiendo violencia. Que en vez de agradecer lo privilegiados que son por poder pavear en las redes y no tener que pensar si van a poder comer mañana elijan invertir el tiempo en agredirme. Esa violencia que ejercen conmigo es agotadora, pero no me hace daño, el problema es lo que representa: esa necesidad incansable de deslegitimar a quien rompe el silencio, la vara alta en cada paso que dé a quién se animó a denunciar lo que quieren guardar bajo la alfombra.
Ojalá se organizaran y lucharan, ojalá hicieran trending topic las desigualdades sociales en las que vivimos sumergidos. Ojalá nos nos consuma la mediocridad. Malas noticias para los operadores (los mismos que me están amenazando por teléfono desde anoche): sigo acá, somos cada vez y por eso el miedo ya no nos pertenece".