Con el objetivo de combatir la llegada irregular de personas de otros países, el Gobierno prepara un decreto para endurecer la política migratoria. Entre las medias, se encuentran la Inversión en infraestructura en los pasos de frontera para reforzar los controles; la renovación informática y mejora del sistema de conectividad para detectar antecedentes penales y pedidos de captura de los ingresantes; cuestionarios más estrictos; la implementación de la tarjeta de tránsito vecinal fronterizo; aceleración de las expulsión de los inmigrantes irregulares y habilitación de lugares de retención hasta la deportación.
Con el aval del presidente Mauricio Macri, los ministerios de Seguridad e Interior trabajan en la iniciativa.
Como en otras áreas, los funcionarios macristas adjudican a la herencia la falta de herramientas para un control adecuado de los ingresos al país: marcan que desde 2002 no había mejoras en la infraestructura de los pasos fronterizos.