Carmela Hontou pertenece a los círculos sociales más exclusivos de Uruguay. La diseñadora y empresaria se codea con celebridades y suele viajar al extranjero. Su último paseo fue por Europa, de donde regresó el 5 de marzo.
Lejos de respetar la cuarentena y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, como no presentaba síntomas, la mujer asistió a una boda al día siguiente. Allí, había más de 500 convocados.
Al poco tiempo, trascendió que era uno de los cuatro casos confirmados en su país y, por lo tanto, pudo haber contagiado a cientos de personas. Los otros invitados a la fiesta comenzaron a enviarse audios de WhatsApp expresando su preocupación y el caso se volvió viral.
El humorista Gabriel Lucero, creador de "Gente rota" (un canal con 485 mil suscriptores en YouTube) animó la secuencia. "Hay que respetar la cuarentena. No sean como Carmela", escribió al pie del video, que ya tiene 130 mil reproducciones.
"Me contó Edgar que una las (contagiadas) de coronavirus es Carmela Hontou, la íntima amiga de Marta, que la llamó llorando desesperada. Aparte, te cuento que la idiota llegó el jueves de Europa y el viernes fue al casamiento, así que contagió a un pueblo… Después hablamos, estoy histérica", afirmaba una mujer.
"Estoy indignada, pero tan indignada con lo que hizo Carmela Hontou. Viene de Italia y se va a un casamiento. Y puede contagiar a todo el casamiento. Yo, por ejemplo, puedo estar contagiada aunque no haya ido porque estuve cuatro horas con María Elena, mi cuñada, que estuvo en el casamiento. ¿Qué? ¿Vive en un tupper?", preguntaba otra.
Una tercera, que participó del intercambio, agregó: "Llegó de Milán y en vez de quedarse en su casa como se debe (…), se fue a un casamiento donde estaba todo Carrasco. Tengo amigas que han ido y están histéricas ahora. No tendría que haber ido, se tendría que haber quedado en su casa".
Como si fuera poco, la empresaria de la moda también se reunió con su madre de 84 años, quien se encuentra entre los grupos de alto riesgo frente al Covid-19.
Carmela fue contactada por distintos medios, donde intentó justificar su accionar. En entrevistas, aseguró que no estuvo en Italia -como se comentó originalmente-, sino en España; y que participó del casamiento porque llegó sintiéndose "súper bien y sin síntomas de ningún tipo".
Luego, prosiguió: "Empecé a estar ronca y pensé que no era nada, tengo problema de reflujo y lo relacioné con eso. (...) Empecé con vómitos, llamé a un médico a domicilio y me diagnosticaron broncoespasmo".
Según ella, fue su médico personal quien debió presionar al Ministerio de Salud Pública para que la analizaran y recién entonces le llegó el resultado positivo de infección. En este sentido, aseguró que su accionar estuvo dirigido a "cuidar a todos los uruguayos".