El Gobierno nacional decidió este jueves dejar en suspenso al menos por una semana la suba de la alícuota de los derechos de exportación sobre la soja y confirmó que evalúa bajar la presión fiscal a las economías regionales, en una reunión de dos horas y media con la Mesa de Enlace que integran las cuatro principales entidades representantes del campo argentino.
Si bien la suba de la alícuota del 30% al 33% para la soja era inminente y el Gobierno preveía oficializarla este viernes, se decidió finalmente postergarlo. Y la semana que viene el propio presidente Alberto Fernández podría recibir a los integrantes de la Mesa de Enlace para hablar del tema y llegar a un punto de acuerdo.
El ministro de Agricultura, el formoseño Luis Basterra, se reunió en la sede de la cartera nacional entre las 16:30 y las 19:00 con los presidentes de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pellegrina; de Coninagro, Carlos Iannizzotto; de la Federación Agraria, Carlos Achetoni; y de Confederaciones Rurales, Jorge Chemes.
Al salir del extenso encuentro, Chemes dijo a la prensa que Basterra va a discutir el paso que se va a dar con el equipo del ministro de Economía, Martín Guzmán, para avanzar en una decisión final. Y llevará allí una explicación detallada que le fue entregada por la Mesa de Enlace sobre la "situación real" de cada sector.
"Me voy un poco más tranquilo de lo que vine. Pensaba yo que era una decisión tomada, pero nos dijeron que no es así. Yo a las bases les pido un par de días para ver si logramos en esta negociación el número que necesitamos", dijo Chemes. El ruralista aclaró que "sin dudas" el campo tomará las medidas de fuerza con las que viene advirtiendo si el Gobierno rompe el diálogo y avanza unilateralmente con una suba de la alícuota en las retenciones a la soja.
"No nos vamos contentos, porque para eso tendríamos que haber tenido una respuesta hoy. Pero al menos la suba de las retenciones no será anunciada el domingo en la Asamblea Legislativa ni se publicará mañana en el Boletín Oficial", agregó Chemes. Y señaló que entre lunes y martes habrá un nuevo encuentro con Basterra para avanzar.
Los ruralistas le detallaron al ministro "producto por producto" los inconvenientes que están registrando los diferentes sectores. Y le pidieron al ministro una discusión profunda sobre el entramado impositivo que soporta el campo. Según Chemes, es la primera vez desde que asumió Alberto Fernández que se da un discusión "tan detallada" para alcanzar un acuerdo.
"No queremos que el conflicto escale"
Ante las quejas por el imprevisto cierre del mercado de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) que se registró el miércoles en la mañana, Basterra respondió que en "dos o tres días" esto se normalizará y las empresas podrán volver a declarar los productos que tienen previsto enviar al exterior.
En un clima de máxima tensión por las medidas de protesta contra el Gobierno que piden las bases en distintos puntos de la Argentina, el funcionario intentó evitar que escale el conflicto. Y pidió a los rurales, según fuentes oficiales con conocimiento del encuentro, que consideren la situación de “emergencia” en la que está la Argentina.
Basterra hizo hincapié en que si bien la idea es subir las retenciones a la soja e incrementar la recaudación fiscal, este incremental será destinado a mayores compensaciones para sectores más débiles de la cadena productiva. E incluso relativizó el impacto fiscal al explicar que también se reducirán las alícuotas a las economías regionales.
Achetoni pidió una segmentación. Habló de un “mínimo no imponible progresivo” para las retenciones, que deje al margen a los pequeños productores. Dijo que eso podría ser aceptado por la FAA y al menos sus representados, ubicados más a la izquierda, no saldrían a manifestar protestas.
Los ruralistas le advirtieron a Basterra que por la forma en las que se están definiendo las medidas, la gestión de Fernández está incurriendo en las mismas “formas de hacer las cosas” que a principios de 2008.
Por entonces, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner anunció retenciones móviles (según nivel de rentabilidad) y se mantuvo inflexible, hasta que el Congreso legisló en contra y ese sistema cayó, con el recordado "voto no positivo" del mendocino Julio Cobos.
Fuentes con acceso a la reunión le dijeron a este diario que Iannizotto, Achetoni, Pellegrina y Chemes le aclararon a Basterra que si bien las bases están pidiendo protestas y hasta un cese de comercialización, ellos no quieren tal escalada en el conflicto porque en definitiva esto también afectará a los propios productores.
"Queremos hacer las cosas de una manera distinta al 2008", coincidieron los ruralistas ante el ministro, pero aclararon que si el Gobierno continúa definiendo sobre el campo sin dialogo previo para evaluar el impacto real, sería imposible contener a los productores en las provincias, dado que muchos están "en situación de quebranto" por la presión fiscal.
En el Gobierno están confiados en que si logran pasar estas medidas sin conflictos, la relación se estabilizará en el futuro. Es que elevando la alícuota de las retenciones a la soja al 33%, ya se alcanza el máximo posible habilitado por el Congreso en la Ley de Solidaridad Social.
Por la corresponsalía de Buenos Aires.