El incendio de un orfanato a las afueras de Puerto Príncipe conmocionó a Haití y el mundo: causó la muerte de al menos 15 niños. La tragedia que destapó irregularidades que envuelven al sistema de adopción en el país más pobre de América.
Dos de los niños fueron encontrados carbonizados y los otros 13 murieron intoxicados por el humo en un hospital de la capital haitiana, según el balance más reciente de las autoridades.
Una vela encendida sobre una tabla en un pasillo sería la desencadenante del incendio que terminó con la vida de los menores y destruyó las dos casas que componen el orfanato que pertenece a la Iglesia de la Comprensión de la Biblia, una congregación cristiana con sede en Pennsylvania (Estados Unidos).
El fuego se propagó por la planta baja de una de las casas y destruyendo totalmente un dormitorio y otras dependencias. El centro tenía una capacidad para 66 niños de entre los 4 y 12 años.
El humo inundó las habitaciones del piso superior, donde quedaron atrapados el resto de las víctimas, mientras estaban en sus camas. "Desafortunadamente, el hospital Fermathe no pudo hacer mucho. Incluso antes de llegar allí, ya estaban en un estado grave, su respiración era muy débil", explicó la jueza del Tribunal de Paz del sector de Kenscoff, Raymonde Jean Antoine, en declaraciones a periodistas en el lugar de los hechos.
Esta catástrofe dejó en evidencia que el centro no contaba con licencia de operación, según afirmó la directora del Instituto de Bienestar Social, Arielle J. Villedrouin, en declaraciones a la radio Magik 9.
Esta situación se replica en todo el país ya que solo 35 orfanatos de los 754 que existen en Haití poseen habilitación, según los datos del Instituto de Bienestar Social. En esta situación se informó que no había extintores a la vista, tenía condiciones insalubres y en cada habitación había varias cuchetas con poco espacio entre ellas.