La Policía nacional de España detuvo a cinco personas, entre ellas dos veterinarios, en un criadero ilegal de animales, en Madrid. En el lugar había jaulas con perros en el sótano de una vivienda, en muy malas condiciones.
Del lugar se secuestraron unos 270 perros entre chihuahuas y pomeranians, algunos con las cuerdas vocales cortadas. Se presume que sería para que no alertaran los vecinos con ladridos.
En este criadero ilegal, en Arganda del Rey, la policía encontró también algunos cachorros muertos y congelados, envueltos en papel de diario.
Los dos veterinarios que están entre los detenidos serían los que aportaban el instrumental y los medicamentos para los animales. En 2019, un llamado anónimo había alertado a las autoridades sobre la existencia de este lugar.
El lugar desmantelado estaba dividido en tres zonas: una de cría, una de venta y otra con los animales listos para vender.
El precio de venta de los perros iba de 300 a los 3000 euros.