El Gobierno nacional tuvo que salir este miércoles a respaldar el uso de la tarjeta alimentaria, que se comenzó a distribuir en el marco del plan de lucha contra el hambre, tras los cuestionamientos que manifestó Juan Grabois, el dirigente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP).
"Son declaraciones de Juan, en el marco de su opinión, lo cual me parece muy bueno que pueda decir lo que piensa", remarcó esta mañana Victoria Tolosa Paz, la titular de Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales que coordina el reparto de esos plásticos.
Sin embargo, la funcionaria nacional advirtió que "ese es el mecanismo que encontró el Ministerio de Desarrollo" Social, a cargo de Daniel Arroyo, para hacerles llegar a las familias más vulnerables fondos mensuales de entre 4000 y 6000 pesos para garantizar la compra de alimentos.
“Tenemos que establecer una política mucho más integral que la tarjeta y eso es lo que venimos haciendo desde la órbita del plan Argentina contra el Hambre, que no es solamente la mirada desde la entrega de una tarjeta que nivele el ingreso de las mamás más pobres de la Argentina”, agregó Tolosa Paz.
En declaraciones a Radio Con Vos, la titular del Consejo de Coordinación de Políticas Sociales también justificó la decisión del ministro Arroyo de no instrumentar la distribución de esos fondos, tal como lo reclamó Grabois, a través del sistema de la Asignación Universal por Hijo (AUH) que coordina la Anses.
“Es una decisión que toma el ministro que es el que tiene a cargo el programa de seguridad alimentaria nacional que existe desde 2003. Arroyo tomó la decisión de hacerlo de esta manera y claramente tiene una posición distinta a la de Juan en términos a lo que piensa que hay que el programa de seguridad alimentaria”, subrayó.
Este martes, el referente de la CTEP hizo públicas sus quejas por la distribución de la tarjeta alimentaria. "No estoy de acuerdo con lo que están haciendo con las tarjetas, me parece que es un retroceso ideológico y político operativo. Hay un sistema que funciona muy bien en la Argentina que es el de la AUH, donde todo el mundo tiene su tarjeta ya impresa y la Anses tiene una red impresionante que está totalmente despersonalizada y perfectamente se podría haber canalizado la tarjeta alimentaria a través de la Anses y transformarla en un derecho", planteó.
Asimismo, el dirigente social insistió al advertir que "no está de acuerdo con que se distribuya una tarjeta alimentaria con la presencia de intendentes y funcionarios, con la gente haciendo filas" y sentenció: "No me gusta que se insista tanto en que la gente no va a poder sacar la plata y no va a poder alcohol y que van a hacer un curso de nutrición y de cuidados de chicos. Tomar de boludos a los pobres no me cabe".
Grabois es uno de los referentes sociales que convocó el Gobierno nacional para poner en marcha su plan de lucha contra el hambre y, en ese marco, mantiene contactos permanentes con los funcionarios de la Casa Rosada. La última reunión que mantuvo en Balcarce 50 fue con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
En aquel encuentro también estuvo Tolosa Paz, con quien Grabois conversó puntualmente sobre la "instrumentación de cuestiones operativas" que hacen al flamante plan oficial, según precisaron a fuentes gubernamentales.
Según señalaron, la CTEP involucrará a "feriantes y productores hortícolas" en el programa.
El plan de lucha contra el hambre puesto en marcha por el gobierno nacional a través del Consejo Nacional Argentina contra el Hambre apunta a beneficiar a cerca de un 1,8 millones de madres de niños en situación de pobreza.
La iniciativa contempla la instrumentación de una red de control y capacitación de la nutrición adecuada con una canasta básica saludable; el monitoreo de su aplicación y la corrección de políticas por parte de un observatorio.
Los beneficiarios del programa, que tiene un presupuesto de 60.000 millones de pesos provenientes de la reacomodación de partidas del ministerio de Desarrollo Social, son madres y padres de niños de hasta 6 años que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH); embarazadas a partir de los 3 meses que cobran la Asignación por Embarazo y personas con discapacidad que perciben la AUH.
El plan establece que cuando una mujer está en el tercer mes de embarazo, ingresará al sistema; y en el momento en que el niño cumpla siete años, saldrá del programa de manera automática.
La inclusión de los beneficiarios en el plan será automática a partir del cruce de datos entre ANSES y la AUH, tras lo cual se les entregará la tarjeta "Alimentar", para que puedan acceder a una canasta de calidad, que incluya lácteos, verduras, frutas, carne y otro tipo de alimentos frescos, con excepción de bebidas alcohólicas.
Desde el ministerio de Desarrollo Social, de quien depende el Consejo, se estima que se alcanzará a unos 2.000.000 de chicos, mediante la distribución de alrededor de 1.400.000 plásticos, que tendrán una carga de 4.000 pesos, en el caso de una madre con un solo hijo menor de seis años, y 6.000 pesos, cuando tengan dos o más niños.
El titular de la cartera de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, había anticipado, luego de la primera reunión formal del Consejo, que el objetivo es repartir antes de marzo venidero el 80 por ciento de las tarjetas alimentarias que se tienen previstas para entregar.
El programa contempla la creación de la figura de "Promotor comunitario de Seguridad Alimentaria y Nutricional", para controlar la talla y el peso de los niños, y facilitar la articulación de las políticas alimentarias con el resto de las políticas de salud, y el fortalecimiento de las redes solidarias vinculadas a la seguridad alimentaria y nutricional.
Además, se crea el "Observatorio Nacional Argentina contra el Hambre", integrado por universidades y centros de estudio, para el monitoreo, seguimiento y evaluación del plan.