Simpatizantes y detractores del presidente boliviano, Evo Morales, volvieron a enfrentarse este miércoles en el arranque de la primera jornada del "paro indefinido" convocado por organizaciones opositoras contra la supuesta victoria del líder indígena en las elecciones del pasado domingo, que ya se ha atribuido pero que aún no está confirmada.
Los Comités Cívicos, que reúnen a organizaciones de la sociedad civil, y el Comité Nacional en Defensa de la Democracia (Conade), plataforma opositora, convocaron el martes un "paro nacional indefinido" que comenzó a medianoche del miércoles hasta conocer los resultados definitivos de las elecciones presidenciales del 20 de octubre.
Las protestas estallaron la noche del domingo por la suspensión repentina de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) la misma noche electoral. Hasta ese momento, con más del 80 por ciento escrutado, el TREP daba a Morales un 45 por ciento y al candidato opositor Carlos Mesa un 38 por ciento de los votos, obligando a celebrar una segunda vuelta entre ambos el próximo mes de diciembre.
El TREP se reanudó el martes y ha avanzado hasta el 96,63 por ciento del escrutinio, arrojando un 46 por ciento para Morales y un 37,35 por ciento para Mesa, a escasa distancia de los diez puntos porcentuales de ventaja que necesita el actual mandatario para evitar la segunda vuelta.
Morales denunció "golpe de Estado"
El presidente boliviano afirmó este miércoles que el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) se impuso en las elecciones presidenciales del domingo pasado en las que compitió por su reelección y consideró que las protestas opositoras motivadas por la demora en la difusión de los resultados definitivos forman parte de un "golpe de Estado".
"Convoqué esta conferencia de prensa para denunciar que está en proceso un golpe de Estado", dijo Morales esta mañana al hablar ante los medios en el Palacio Quemado, sede del gobierno boliviano.
En rigor, se trató de la primera aparición pública del mandatario desde las elecciones del domingo pasado que dispararon una crisis política en el país a raíz de la suspensión de la carga de resultados provisorios, que se interrumpió durante horas.